Vivir toda una vida en el infierno hasta sentirte parte de él... que te atrape y te azote día a día hasta el punto en que ya te has fusionado con el dolor que quema tu piel, eso es el Estocolmo que atrapó a Chloe sin que ella se diera cuenta. Abrir los ojos en un mundo que la obligue a revelar quien ella es, sin ser juzgada, sólo aceptada. No será el cielo para ella, porque la monotonía es su dolor... y su dolor, su felicidad.