Dicen que las chicas no son rudas, bueno, se equivocan, el ejemplo de las vengativas y bromistas chicas, Alexa y Skyler, hermanas de crianza. Son conocidas en su instituto como " Las chicas malas" y si se meten con ellas no querrán saber que les pasará. Sus padres que son mejores amigos, al darse cuenta de esto, ellos deciden enviarlas a un campamento militar. Sin saber los rumbos serán otros. >>> -Oye Alex ¿Segura que es aquí?- pregunto confundida con los alrededores. -Obvio, si nos mandaron aquí fue por algo ¿no?- dice obvia caminando con su enorme mochila. ¿Los palitos tendrán fuerza? Juro que la mochila es más grande que ella. -¿Y esto?- pregunté echando una patada al vehículo con el que llegamos aquí, una tabla cayéndose contra el rústico suelo, Alex al escucharlo, empieza a buscar de donde proviene. -Oye, Skyler. Ven aqui, es urgente- la voz de mi amiga es audible entre este ambiente sin ruido más que las palmas chocando con hojas -Voy- dije apenas llegué, cuando veo donde se encuentra su mirada casi me da un infarto. Coño, estoy bien ciega. El maldito letrero del campamento militar en palabras pequeñas tiene escrito "ahora utilizado para campamentos" ¡Mierda! ¿¿¿PORQUE LO PONEN TAN PEQUEÑITO ME CAGO SOBRE TODAS LAS PALOMAS???. -Que buenos cuerpos tienen ¿Les gustan divertirse?- preguntan a nuestras espaldas, Alex y yo compartimos miradas "Misión: Arrancar y servir desayuno huevos fritos" ¡Exijo la salchicha, así se morirán los que toquen MI Nutella! -¿Y a ti los huevos fritos? Porque se los comerán toda tu manada de rinocerontes cagones- desfia Alex, apoyando su brazo derecho en mi hombro y me pongo mis manos en forma de jarra, enarcando una ceja. -Uy, me dan miedo- dice uno de en frente, ganando carcajadas de los demás. -Te jodiste- decimos al unísono -Alex ¡Lo de siempre!- grito captando la atención de todos. Solo fueron minutos en los que ella empieza a hacer mi orden. Bitches
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