Cuando Víctor subió al vagón un aroma le envolvió dulcemente. No lo supo identificar, pero se sintió increíblemente reconfortado y, sin darse cuenta, movía ligeramente la cabeza de un lado a otro buscando su origen. Tico, su perro, percibió el estado de ánimo de su compañero y buscó su mano con el hocico. Era extraño. ¿Qué había encontrado Víctor en el aire que a él se le hubiera podido pasar por alto?