El calor lo tenía sofocado, su cuerpo temblaba y el lubricante comenzaba a escurrir por sus piernas, no sabía el porqué, pero era el primer celo en toda su vida, donde realmente necesitaba y exigía que alguien lo calmara, sea quien sea el afortunado que pudiese complacerlo, tenía que ser ese alguien especial, para poder tratarlo como un rey en 5 días, porque su omega es un maldito caprichoso. --Mafu-kun...--. Susurro con sensualidad el nombre del chico que estaba frente a su cuerpo. --Soraru-san...--. Lo llamó con voz ronca, saltando sobre el caliente cuerpo de su superior, no importaba si estaban en el piso, solo sabía que con sus manos desgarraba las pocas predas que aún portaba el contrario...