Después de su última misión ella no regresó al cuartel; pero todos esperaban que algún día al ponerse el sol, vieran su figura acercarse a lo lejos. "Por favor regresa..Nagame" Suplicó Armin mientras observaba el cielo con la esperanza de que ambos siguieran existiendo bajo el mismo. "Niña estúpida, tienes que volver" Exclamó el pelinegro ante la inmensidad del oscuro firmamento que se extendía sobre su cabeza; en donde el vacío de su sombrío color era a lo que se asemejaba la extraña sensación que residía en su pecho desde el momento en que asimiló que no podría verla nunca más.