Luego de una fiesta de disfraces a la que asistió a sus diecinueve años, en donde fue víctima de muchas burlas por parte de sus compañeros de Universidad, Terry juró vengarse de aquella jovencita disfrazada de bailarina exótica de la cual solo sabia su nombre y un broche con la letra "A" que tenia en su poder. Le haría pagar cada una de las humillaciones recibidas entonces y el hecho que por su causa, su sueño de convertirse en un reconocido actor se fue a la basura. Esta historia es de universo alterno, espero la disfruten. Los personajes de Candy, Candy no me pertenecen, son propiedad de sus creadoras Kioko Misuki y Yumico Igarashi.
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