Toda persona tiene un punto de quiebre, un momento en el que ya no soportas la carga de todas tus emociones y simplemente explotas. Dejas salir todas esas emociones que te colapsar, toda la ira, todo el dolor e intentas bloquear todo aquello que te hizo daño, incluso si lo que te hizo daño fue algo tan hermoso como el amor. Mi nombre es Valerie Díaz y para mi desgracia mi punto de quiebre fue un hombre, uno que me rompió el corazón de tal forma que hizo que prometiera algo que jamás pensé hacer. Prometí "Ahora ser una perra sin sentimientos".