En las sombras del paradisíaco océano de los pecados capturados y por supuesto, bajo el velo sutil que envuelve la naturaleza saboreada de las existencias entrelazadas, surge una pregunta intrigante: ¿Cómo reaccionarían los habitantes de Forks ante la sutil danza de la existencia de las encarnaciones de los siete pecados capitales, especialmente cuando esas presencias no emanan necesariamente de la malicia, sino de la complejidad misma de la creación? Me imagino que no muchos contendrían su asombro ante la percepción única de sus seres. Tal vez, algunos serían atraídos como polillas hacia la llama, sintiendo una resonancia misteriosa entre lo mundano y lo divino. Otros, en cambio, podrían optar por ignorar las señales, temerosos de sumergirse en las profundidades desconocidas del alma humana. Pero sin importar la reacción, estoy seguro de que el aire mismo se tejería con una intriga palpable y una sensación de anticipación, como si el mundo estuviera al borde de un nuevo capítulo en su historia. 𝟑𝟏/𝟎𝟑/𝟐𝟎𝟐𝟎 Reescribiendo 05/06/2024