No me conoces y tampoco lo harás, pero aunque suene loco, yo si te conozco, y conozco a tus amigos y amigas con quienes compartes. Yo era esa persona a la que tú mirabas, pero que por cosas de la vida, no viste. Ahora, después de todo este tiempo, he decidido abrir mi corazón y contar todo lo que pude observar de tu entorno. No diré nombres ya que así, quizás pueda ayudar a más personas que están pasando por lo mismo que pasas tú y tu grupo de amigos. Esto es todo lo que no te dije.