Con la fe perdida, las ilusiones fragmentadas y el deseo de vivir en paz roto, el grupo de Nicolás necesitará dar todo de sí para volver a reunirse. El inesperado ataque de Harper los quebró por dentro y los dejó sin hogar. Sin embargo, las ganas de reencontrarse mantenían el último bastión de esperanza intacto en cada uno de ellos. Cada quien sufrirá los terrores de un camino que no debieron recorrer. Aunque quizá, y de alguna forma, descubrirán la muerte que los infectados han esparcido por el resto del mundo.