Amarillo. Harry lo llamó amarillo. De todas las cosas, ¿amarillo? O Louis es un desastre. Un desastre tartamudo de rodillas débiles y manchas de pasto en sus frescas prendas de lino, sus mejillas resplandecen de un natural color rosado que combina con su nariz tostada por el sol. Desde su regreso de la universidad, su familia abandonó la bulliciosa ciudad de Londres para disfrutar de la comodidad de su villa de verano. Tal propiedad conlleva un gran mantenimiento, así que el padre de Louis contrata a un joven fornido de piel bronceada adornada con tinta y una encantadora sonrisa acompañada de hoyuelos en ambas mejillas. Entre leer, hornear, y pintar, Louis observa a Harry, no puede evitarlo. Su amor florece bajo el sol de Grecia en 1989. Todos los créditos a larryent.