Tras una dolorosa pérdida, Elizabeth se ha obsesionado por conseguir la clave de la inmortalidad, clavando su atención en Carlos, su vecino, del cual sospecha es un vampiro, relacionándolo con un asesino que drena la sangre de sus víctimas hasta matarlas. Mientras tanto, un joven de extraños tatuajes se ha puesto a investigar al asesino, utilizando un poder que le permite revivir las memorias de los cadáveres... impulsado por una obsesión que le costará muy caro.