Jack Farrel, un pirata apodado El Diablo, ha sido encomendado para buscar el tesoro robado de su gran capitán, el bucanero Henry Morgan. Con sorpresa nota que quien lo ha robado es una jovencita temeraria que niega el hecho, así que no puede hacer otra cosa que hacerla su prisionera hasta que confiese qué ha hecho con el botín.Anne no sabe nada de tesoros ni de piratas. Lo único que sabe es que ahora es prisionera de ese hombre al que llaman El Diablo la hace experimentar sensaciones que nunca pensó que existieran.