Simon no cree más en el amor. Mientras vive su divorcio a la par de una gran boda, se ha sumergido en una silenciosa depresión. Tan silenciosa que nadie de sus amigos se logran dar cuenta de ello, solo uno. Leo cree que la mejor cura para el desamor es un par de whiskys, una conversación de amigos y un poco de música. Así que lleva a Simon al nuevo bar que está de moda en la ciudad, el "Jazzy Night!". Ni Leo, ni Duran Duran y mucho menos Simon, se imaginan qué les espera en aquel bar que les cambiará la vida para siempre.