- Se supone que esto se trataría de ti - mencionó Leo mientras manejaba de regreso al estudio.
- ¿A qué te refieres? - pregunté confundido.
- Que esto se trataría de ti - reafirmó -. Lo único que he querido es ayudarte a superar este momento traumático para ti, pero estamos más inmiscuidos en mis asuntos que en los tuyos.
- Sigo sin entender de qué hablas - me giré para mirar a través de la ventanilla. Miraba las calles tratando de ignorar sus palabras.
- Si un escritor publicara una historia inspirada en ti, sería un fiasco. La mitad de la historia vendría plasmada de mi nombre y mis asuntos - frunció el ceño.
- De acuerdo, entiendo el punto. No volveré a tocar tus problemas personales, pero debes entender que era importante para mí que arreglaras el tema por el bien de nuestra "familia".
- "Nuestra familia". Me parece un poco tétrico esa frase, en fin. Cumplí mi parte del trato, ahora te toca a ti.
- Sí, lo sé. No tienes por qué recordarme - sentía que mi corazón se aceleraba con tan solo pensar en la chica.
- Tendrás que convencer a Carola...
- El problema no es ella, si no Frank - le interrumpí.
- ¡Ese famoso Frank!, ¿Podrias dejar hablar de él por un segundo? - hizo una mueca y giró a la derecha.
- No puedo. Quisiera hacerlo, pero no puedo. Además, tenemos que hablar con él.
- Tienes. Por mi parte ya lo intenté y no fue satisfactorio.
Lo miré molesto.
- El tema con él es delicado. Entiende que no es tan fácil hablar con él...
- Tú quieres que sea difícil - me interrumpió - Solo habla con él y discúlpate. Hasta donde entiendo, el idiota fue Andy, no tú.
No contesté. Miré mi reloj. Aún faltaban unas cuantas horas para que el bar abriera y pudiera ver a Carola. Tan solo la idea de poder acercarme a ella me provocaba más miedo que emoción. Me sentía como un estúpido adolescente enamorado.
Mientras manejaba, mi cabeza daba vueltas. Frank no me atemorizaba, no demasiado, pero mi mente se desbordaba en posibles escenarios con Carola. ¿Qué le diría?, "Hola, mi amigo quiere ser tu representante". Eso se vería muy estúpido.
- Simon - mencionó Leo sin despegar la vista del camino -. En serio, no eches a perder esto. Carola me interesa mucho...
-¿Cómo? - me giré sorprendido y a la vez molesto.
- No pienses en estupideces - me miró de reojo -. Ya te dije que la chica no me importa de esa forma, me refiero que me interesa grabar un disco con ella. De verdad, tiene mucho talento y hace falta una voz así dentro de la industria.
- Ahora resulta que te quieres convertir en el salvador de la industria - dije riendo con sarcasmo.
- Alguien tiene que hacerlo - sonrió.
Después de llegar al estudio y escuchar todos los planes que Leo tenía entre manos, nos dirigimos al bar para encontrarnos con Carola. Leo estaba muy enfocado en lo que quería lograr y no aceptaría negativas, no esta vez. Por mi parte, me sentía sofocado. Solo quería disfrutar del espectáculo que Carola ofrecía, nada más. No necesitaba nada más, pero ahora me había comprometido a conseguir algo que no estaba en mis manos conseguir.
Llegamos al lugar e hicimos el ritual de lo habitual. Nos sentamos en la misma mesa y pedimos las mismas bebidas.
Me sentía muy nervioso. Había tenido noches de nerviosismo al querer intentar acercarme a Carola, pero esta noche era una noche distinta, tenía no solo que hablar con ella, si no también con Frank.
La noche parecía lenta hasta que salió Carola a cantar. Leo la observaba con detenimiento, conocía esa mirada y sabía que sus intenciones eran serias. Definitivamente no aceptaría una negativa.
Eso hizo que me pusiera más nervioso, estaba comprometido a convencer sí o sí a Frank. Ambos suponíamos que era él quien la aconsejaba.Leo golpeó mi brazo cuando la chica bajo del escenario.
- Llegó el momento, ¡Vamos! - me tomó del brazo y me levantó de la silla.
- Creo que deberías ser más sutil - dije tratando de no caerme del asiento -. No podemos llegar con ella así nomás.
- ¿Qué se supone que deberíamos hacer? ¿Invitarle un trago? ¡Despierta! Tenemos que ser directos y punto. Yo no me ando por las ramas y lo sabes.
Caminamos hasta la salida trasera del bar y como lo intuimos, Carola estaba platicando con Frank mientras fumaba un cigarrillo.
- Deberías cuidar tus pulmones - mencionó Leo acercándose con seguridad -. Una cantante como tú no puede darse el lujo de perder su voz tan pronto.
No dije nada, caminé a su lado y nos paramos justo frente de Carola y Frank. Este me miró sorprendido, pero luego frunció el ceño y se dirigió a mí ignorando completamente a Leo. Por su parte Carola no tomó nada bien el comentario de Leo, pero se limitó solo a fruncir el ceño y seguir fumando.
- ¿Qué quieres aquí poeta? - aquel apodo me sorprendió. Tenía bastantes años que nadie me llamaba de esa forma. Él había sido el autor de ese sobrenombre.
- Queremos hablar con Carola... - intervino Leo, pero siguió siendo ignorado.
- Más vale que te vayas - Frank dio un par de pasos hasta llegar a mí. Carola lo detuvo tomándolo del brazo.
- Queremos proponerle un negocio a Carola - mencioné tragando saliva y esperando que Frank no me golpeara -. Y también... He venido a hablar con usted profesor Frank. Antes de que se enfade y se vaya como la última vez, déjeme decirle que mis intenciones son buenas - las palabras de repente comenzaron a salir -. Ha pasado mucho tiempo y necesitamos hablar, pero para empezar debo ofrecerle disculpas por la manera en la que la banda lo trató. Le debemos mucho y no supimos ser agradecidos. También, quiero decir que Leo y yo estamos interesados en que Carola grabe una canción que Leo compuso y que cree que es perfecta para ella - mi boca no se callaba -. Aprovechando que tengo la palabra y que tengo una pizca de valor, también quiero decir que Carola es una mujer muy bonita y me gustaría invitarla a salir. Me gusta mucho y quiero cortejarla - esto último hizo que me ruborizara.
Leo estaba con la boca abierta. Hace unas semanas atrás me costaba ser sincero y abrir mi corazón, y ahora estaba parado justo frente a la mujer que me gustaba pidiéndole una cita. Por su parte Carola no articuló ni una palabra, solo sonrió. Frank me miró desconcertado, estaba seguro que me golpearía por tomarme el atrevimiento de hablar de su hija así como así, pero no dijo nada. Hubo un silencio incómodo.
- Mi respuesta es no - Carola rompió el hielo -. No a la canción y no a la cita - me miró directo a los ojos y me regaló una sonrisa -. Me parece linda tu sinceridad.
- ¿Pero por qué no? - Leo estaba muy molesto - Ni siquiera has oído mi propuesta. En serio, creo que tienes un gran talento que se está pudriendo en este bar...
- No busco fama - le interrumpió -. Si canto, es por puro pasatiempo, nada más, ¿Nos vamos? - se dirigió a Frank y este asintió.
Ambos subieron deprisa al coche que estaba estacionado frente a la puerta, ignorando lo que Leo tenía que decir. Encendieron el coche y se fueron sin más.
- ¡No lo puedo creer! - Leo estaba colérico - ¿Alguna vez habías conocido a una mujer así de pesada?
- Muchas veces - le respondí -. Esto no se quedará así...
- ¿De qué hablas? - me preguntó sorprendido.
- Ella aceptará mi propuesta y tal vez logre convencerle de aceptar la tuya - respondí sonriendo.
- ¿Vas insistir? - sus ojos estaban muy abiertos.
- Así es, no importa lo que tenga que hacer, pero Carola será mi novia, tenlo por seguro.
ESTÁS LEYENDO
Jazzy Night!
FanfictionSimon no cree más en el amor. Mientras vive su divorcio a la par de una gran boda, se ha sumergido en una silenciosa depresión. Tan silenciosa que nadie de sus amigos se logran dar cuenta de ello, solo uno. Leo cree que la mejor cura para el desamor...