Poseí a la esposa del Emperador, la villana loca de una novela trágica. Después de un tiempo, cuando el malvado Emperador parezca estar obsesionado con el santo que aparece, desapareceré como si nunca hubiera estado aquí. Porque en el momento en que el villano ciego se encuentra con el Santo... ¡Ni siquiera recordará que existo! Realmente no hice nada. Me quedé muy callada para no incurrir en su ira... ************** "Te daré una opción". La comisura de sus labios se levantó torcidamente. Aunque esa sonrisa no llegó a sus ojos en absoluto. "Uno, regresa al palacio conmigo..." Su mirada fue suficiente para desconcertarme. "Dos, déjame matar a todos estos hombres que han escondido a la Emperatriz del Imperio por traición... luego, regresa al palacio conmigo". No, ¿no se ha aparecido ya el santo? ...¿Por que me estas haciendo esto? **************