Esposo VILLANO la que te obsesiona está allá

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 57

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"Es ridículo. Ser engañado por ti".

Raniero chasqueó la lengua brevemente y tiró de mi
mano como si no hubiera nada más que hacer.

"Parece que la Emperatriz estaba muy aburrida cuando yo no estaba allí, mirando las cosas inútiles en un lugar insignificante, ¿verdad?"

"Ah, bueno... Realmente no tenía nada que hacer".

De repente, fui arrastrado hacia él, sosteniendo en mi
mano "flores florecen en el abismo", que le parecía un
papel en blanco.

El paladín, que había estado protegiendo su lugar bajo el
nombre de guardaespaldas, probablemente fue enviado de regreso al templo por Raniero, y no había nadie más que el sol poniéndose.

Raniero dio un paso adelante. Tuve que caminar casi trotando para seguir su paso.

El camino no estaba bien elegido, así que pensé que me torcería el tobillo si lo hacía.Mientras me concentraba en no caer, Raniero se detuvo
de repente y preguntó.

"¿No puedes recordar lo que dije hace diez días?"

¿Qué dijiste hace diez días?

Me quedé estupefacto de nuevo.

Hace diez días fue el día que se fue.

Tuve una pesadilla por la noche, así que me preguntó si podía ir.

Dije que no iba a ir, pero Raniero en ese
momento... ... .

¡ah!

Me di cuenta de lo que estaba causando que Raniero
gruñera así.

"Quiero terminar mi trabajo rápidamente y regresar al
Palacio Imperial con Su Majestad. A casa. Al Imperio
Actilus".

Dije esto.Fue una palabra pronunciada apresuradamente para
apaciguarlo, y olvidé decirla de inmediato porque estaba
muy absorto en el antiguo santuario.

'Me olvidé... ... .'

Pero mantuvo eso en mente, y que incluso llegaría
temprano por eso.

Me tambaleé y metí mi dedo entre los dedos de Raniero.
Tal vez fue porque nos conocimos después de mucho tiempo, o porque al leer las palabras del autor, me sentí incómodo.

Me dejó abrazar, pero no me miró.

Suavicé mi voz.

"Puedes irte a casa, ¿verdad?"

"Es demasiado tarde para pensar en esto, emperatriz".

"... sabes que no soy muy inteligente."

Raniero ignoró por completo estas palabras. Jugueteé
con el libro con mi mano sin hendiduras y traté de decirlo
con cuidado.

"Me alegro de que hayas vuelto."

Ni siquiera respondió a esto. Incluso mientras daba
pasos frecuentes y miraba su rostro, su expresión era
vaga.

Me miró cuando estaba casi en el templo.

"Voy a pasar hoy ”

Habiendo dicho eso, apartó la mano.

Aparté la mano con una cara desconcertada.

Pero Raniero me miró con una cara muy alterada.

"¿su Majestad?"

No respondió a mi llamada y me dejó solo y entró en el
templo.

Fue entonces cuando me di cuenta de que debería
haberlo agarrado cuando me soltó.