Esposo VILLANO la que te obsesiona está allá

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 34

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Al día siguiente, dejé que Cisen se encargara solo de mi baño.

El interior de mi pantorrilla estaba hecho un desastre debido a la hinchazón.

Suspiré profundamente mientras trazaba las marcas que cambiaban de rojo a púrpura con la punta de mis dedos.

Anoche, quiero decir, la... No hubo unión que Raniero no quisiera.

Eso no quiere decir que no estuviera emocionado, ya que recuerdo claramente cuando arrastró mi mano. Aunque no estaba del todo satisfecho con eso, me mordió la pierna así.

Como lo habíamos hecho no hace mucho, rápidamente me dejó ir a dormir.

Afortunadamente, temiendo que si hacía algo mal, sentí que me iba a desmayar.

Resoplé por dentro.

¿Cómo podría creer eso…?

Debe haber habido alguna otra razón. Si estuviera realmente preocupado por eso, no me habría empujado al coto de caza.

Hubo momentos en los que realmente colapsé mientras practicaba la caza, ¿aunque él no se preocupaba apasionadamente por mí en ese entonces?

Ni siquiera es tan grande.

Sin embargo, como dijo, mi condición física no era muy buena.

¿Debería decir que fue un dolor ambiguo?

No fue hasta el punto de hacer un escándalo porque no me sentía bien, pero mi cuerpo estaba sutilmente hinchado y caído.

Mi frente también estaba vagamente caliente. Además, también me sentía mal con facilidad y seguía teniendo antojo de dulces.

Me preguntaba si era porque los días comenzaban a ser muy calurosos, ya que cuando hace calor, la gente tiende a hincharse. Sin embargo, esa era una idea muy ignorante. Fue porque la causa de mi mal estado era otra cosa...

Fue una semana después que descubrí la causa.

Era el día de la tertulia visitada por las damas escogidas por la Duquesa de Nerma. De repente, Cisen se me acercó solo y me habló en voz baja.

"Su Majestad, por casualidad..."

Tan pronto como escuché sus palabras, ocurrió un milagro que tuvo sentido en todo mi cuerpo. A la vez, por favor, deseaba que no fuera lo que dijo Cisen.

Pero después de un tiempo, revisé mi ropa interior y no tuve más remedio que envolver mi rostro en un torrente de vergüenza.

…El peor regalo que la madre naturaleza le dio a una mujer—

—Ha comenzado un período de sangrado doloroso.

¡Después de todo, en un día como este…!

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“Tenemos que posponer la reunión”.

Cisen dijo con firmeza.

“Estoy seguro de que la procrastinación es una de las soluciones, por supuesto”.

La duquesa Nerma respondió en tono de disgusto. Cuando ella escuchó eso, pude ver que a Cisen no le gustaba su actitud ya que todo se revelaba en su rostro.

“El ciclo de la Emperatriz es irregular y el dolor es severo, especialmente el primer día”.

Mientras esas palabras obstinadas fluían de su boca, mi espalda comenzaba a dolerme lentamente.