Siempre sentimos atracción a lo oculto, a lo negado, a lo prohibido. ¿Acaso no está bien cometer algún pecado de vez en cuándo? Al final, nos da una sensación divinamente placentera. Pero y si acaso existiera la encarnación de eso... Definitivamente sí existía. Todo en Dereck olía y gritaba "prohibido". Y yo era amante de la adrenalina que me causaba romper las reglas. Yo era pura, o así quería creer. Él era pecado. Hay quienes dicen que los opuestos se atraen, pero quizá, él y yo no éramos tan diferentes, pero estábamos destinados a algo. ¿Quién dice lo que es o no correcto?