Catherine Collins es expulsada de su antiguo instituto tras jugarle una broma de mal gusto a su director. Sus padres, agotados de lidiar con su rebelde carácter, deciden mandarla a vivir con su hermano mayor, a quien consideran un chico correcto y responsable, pero aquella percepción es totalmente errónea. Cat se ve obligada a mudarse a otra ciudad, no solo con su hermano James, un alma libre y desafiante, sino también con sus cuatro amigos, quienes gozaban de una posición privilegiada en el grupo de "chicos populares" del nuevo instituto. Podría ser el sueño de muchas chicas, pero para Cat es una autentica pesadilla.