Capítulo 2

73 6 2
                                    

—Está bien, hagamos como si nada hubiera ocurrido y comencemos la presentación formal... ahora mismo —afirmó mi hermano mientras los demás chicos descendían las escaleras con ropa puesta, excepto por el único que ya estaba vestido, quien se encontraba ya en la sala. <Hunter>

Soy Cole, linda— dijo uno de ellos mientras me guiñaba un ojo. Era notoriamente más alto que yo, con ojos color café que coincidían con su cabello. Además, poseía una nariz respingona muy atractiva.

—Y yo Cat, no linda— lo corregí un poco molesta por su actitud hacia mí. Eran amigos de mi hermano y estaban justo frente a él. Y El hecho de que su primer interacción conmigo hubiera sido un intento de coqueteo barato me repugnaba.

—Exacto— agregó James.

—Soy Matt, el más lindo de todos como habrás notado. Mi cuarto estará al lado del tuyo para cualquier cosa que necesites— sonrió con picardía y se ganó una mirada asesina de mi parte y un golpe en la cabeza por parte de mi hermano. El chico soltó un quejido—. ¡No dije nada malo!— se defendió el castaño de ojos verdosos.

—Y yo soy Luke, ¿alguna vez te habían dicho que eres muy linda?— el rubio con el arito en el labio se acercó a mí pero rápidamente mi hermano lo detuvo poniéndole la mano en su pecho.

¿Qué le sucedía a estos chicos?

Cerdos.

—Incontables veces— respondí con un tono de falsa arrogancia, desviando mi mirada hacia el último chico. Era, de hecho, el más lindo de todos. Sus ojos azules resaltaban increíblemente con el negro de su cabello, tenía la tez pálida y una mandíbula increíble, parecía sacado de una revista.

—Hunter— dijo con tono cortante, esbozando una sonrisa falsa y retirándose de la conversación para tomar asiento en el amplio sofá blanco de la sala.

—Bueno, de él no tendré que preocuparme por lo menos— James se encogió de hombros.

No estaba segura si Hunter estaba teniendo una actitud negativa hacia mí, o simplemente se comportaba normal pero hacía mucho contraste con el resto de los chicos, quienes parecían incapaces de comportarse adecuadamente en presencia del sexo opuesto sin flirtear.

—Dile a tu hermanita pequeña que hoy habrá fiesta en casa, que se encierre en su cuarto— comentó Hunter desde su puesto. Ya había encendido la televisión.

—¿Una fiesta? ¿Aquí?— Pregunté sorprendida. James no era el tipo de chico que salía de fiesta todos los fines de semana, y mucho menos anfitrión. Por lo menos no cuando vivíamos juntos...

Hacía mucho tiempo que no salía de fiesta. Solía hacerlo cuando tenía a mi mejor amiga a mi lado, pero después de que nos distanciamos, nunca más fui invitada a ninguna. No era que no me gustaran las fiestas, sino que simplemente no tenía a nadie con quien ir. Sin embargo, nunca sentí tristeza por esa situación. Sabía cómo divertirme por mi cuenta. Tenía una corazonada de que en esta nueva ciudad, lo pasaría bien y, sobre todo, no pasaría desapercibida en ningún lugar.

—Pensándolo bien, me agrada la idea— cambié de opinión, solo para molestar un momento a mi hermano—. Bajaré un rato a divertirme— esbocé una sonrisa.

—Claro que no— intervino James—. Estas fiestas no son para chicas como tú, Cat...

—¿Chicas como yo?— alcé ambas cejas indignada. Ahora sí que quería bajar a la fiesta.

—Ya sabes, aburridas, mojigatas— añadió Hunter.

—Yo creo que Cat debería venir a nuestra fiesta, es parte de la casa ahora y parece genial, además de estar increíblemente buena— Cole rodeó mis hombros con su brazo y miró a James con una sonrisa, esperando que aceptara.

SobreviviendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora