No imaginó que su tío le llamara la atención apenas sus padres se lo presentaron, provocándole una sensación en todo su cuerpo hasta el punto de al oírlo hablar sus piernas tiemblen y sus mejillas se sonrojen con su presencia. Porque, joder, Jack Conway era algo salido de sus fantasías más húmedas. Y Gustabo, el chico dulce universitario que quedó embelesado con su tío, no va a descansar hasta lograr su objetivo que querer tener el nudo de Conway en su interior.