Kageyama visitó Argentina antes de comenzar a competir como profesional, pero se perdió. Pensó que era lo peor del mundo, pero un par de meses después estaba agradeciendo a todos los dioses que estaban ahí afuera después de que alguien lo encontrara y lo salvara, porque eso cambió su vida para mejor y se convirtió en la persona más feliz del mundo. Pero tuvo que pasar por algunas cosas antes de encontrar la felicidad con su amado.