Mucho siente pero poco demuestra Becca. Nunca se le facilitó el expresar sus sentimientos, por lo que siempre optó por plasmarlos en una hoja con un lápiz y su corazón al mando. Todo cambia cuando en su camino aparece Noah, un chico con los ojos color esmeralda, que logrará sacar a la luz un perfil de Becca que ni ella misma conocía. ¿Podrá Becca dejar las notas de lado y dar frente personalmente a Noah? ¿Logrará Noah hacer que Becca exprese finalmente lo que siente? Y, ¿podrá él hacer lo mismo?