Prólogo. -¿Embarazada?- titubeó nervioso. Mis ojos llenos d lágrimas lo veían esperando una respuesta -Si Nicola, estoy embarazada.- afirme y el se sorprendió más -¿Y que piensas hacer?- jugueteó con sus dedos -Lo voy a tener, es obvio- dije molesta, me aferre más a mi mochila conteniendo un sollozo- y para que sepas, tu me la metiste primero, así que es nuestro.- di la vuelta y tomé camino al baño, seguramente lloraría, ahora sin Nicola apoyándome ya no sabría que hacer. -¡Angie!- Nicola corrió hacia mí y me abrazó, el impacto hizo que me pusiera más sentimental de lo que ya estaba, el perfume de Nicola, aquel que yo le regalé en su cumpleaños. Lo amaba y a Nicola también, pero ¿El me seguiría amando?- Estamos juntos en esto- sonrió y limpio mis lagrimas con sus grandes pulgares -¿No era que me ibas a dejar sola? -Nunca te dejaría sola.- habló- te amo Angie- sonreí y lo volví a abrazar. Desde ese día mi mundo se volvió perfectamente imperfecto.