Que de mi solo se conozca por quien no soy, no soy exitoso, ni tampoco busco serlo, no espero premios ni tampoco creo merecerlos.
Escribo para quitarme esa pequeña espina que llevo atorada en el corazón, llevo un tiempo masticando historias, indeciso sobre sí valga la pena hacerme cargo de sus desenlaces, llevo años guardandomelas.
Estas pequeñas historias son pedazos de mi alma, fragmentos de quien soy y de lo que anhelo. Son fantasías de mis sueños e incluso pesadillas a ratos, aún así son mejores que la realidad que vivo.
Escribo no para huir, sino con la esperanza de tejer mundos que ayuden a los demás a escapar, porque enfrentado a realidades épicas y ficciones avasalladoras, nuestros problemas se vuelven mundanos por comparación. 

Escribí mi primer fragmento de historia cuando estaba contemplando quitarme la vida, apareció frente a mí, un héroe que con su arma enfrentaba incluso demonios aterradores. Todas mis historias han surgido así, en momentos de terror y angustia, me han ayudado, porque enfrentado a la muerte, solo el acto de la creación me supo salvar.
Asimismo espero que al escribir y ordenar estas historias, alguien más pueda encontrar un rincón de creación.