He de suponer que si, pero ya, no seas tan desesperado. — Lentamente avanzó poco a poco hacia el de cabellos negros, dejando que sus rostros cerraran la brecha entre ellos hasta que solo quedaron unos pocos centímetros. A paso lento, dejó que sus labios rozaran ligeramente los labios de él. Finalmente y sin decir una palabra más, unió sus labios en un suave beso, uno que había ansiado desde hace mucho tiempo. —