Han sido nueve meses de un grande progreso. La última vez que decidí dedicarte unas simples palabras por aquí, estaba enfermo de amor, cegado por ti, idealizando a una persona que tal vez no era como yo creía. Nueve meses llenos de intentos por olvidarte, por dejarte ir, por conocer a nuevas personas. 
          	
          	Todo terminaba en lo mismo. Nadie se comparaba a ti, o al menos no a lo que me hacías sentir... pero si te soy honesto, ya no te veo como la mujer buena e inocente que creí que eras. He descubierto cada cosa que hacías a mis espaldas, tus burlas, tu satisfacción al verme sufrir, lo que comentabas entre tus amigos, y como luego venías conmigo a fingir querer ser mi “Amiga”
          	
          	Poco a poco todo para mí se esfumó, mi confianza en ti... siempre me pregunto como es que tú dices que ya no confías en mí, ¿Qué hay de ti? Quisiera decirte todo lo que sé, me hierve la sangre cada vez que me hablas tan dulce y no puedo confesarte que en realidad sé que me estás mintiendo... ¿Creías que jamás me iba a enterar? Sé esto hace meses... y aunque ahora conozco tu verdadera cara, me es imposible alejarme de ti. Mierda, ¿Por qué te amo? Me enloqueces, eres tan divertida, hermosa, dulce... Me haces olvidar toda la mierda que haces por detrás y me es imposible odiarte. 
          	
          	Odio amarte.