¿Tu me amas también? Vkook +18

Celoso, otra vez. (+18)

Narrado por Tae:

El maestro me mandó a dirección por haber insultado a el americano. En resumen, se enojó porque le dije que ya no quería verlo y me dijo de todo, pero en inglés, convenientemente. Y cuando se la devolví en coreano, el maestro sí entendió. Mierda.

Caminé por los pasillos, no pensaba ir a dirección, sino irme de la escuela, otro regaño y llamaran a mi padre. 

Como tienes que pasar por la dirección para salir, pase silenciosamente. Vi a Jungkook, acorralado por un chico mayor.

Los miré enojado, mientras el chico besaba a Jungkook, me acerqué.

El muchacho me vió, y se separó de él.

   -¿Y tú eres?- pregunté con frialdad.

   - Jin. Dime Jin.- respondió con amabilidad, cosa que no esperaba.

   - Bueno, Jin, un gusto.- dije con evidente sarcasmo.- Vámonos, Kookie.- lo tomé de la mano y él accedió.

Antes de que nos alejáramos, Jin me tomó del hombro y me giró.

   -¿Ustedes se conocen?- dijo sin dejar la amabilidad. Lo odiaba porque no me daba razones para pensar que era malo.

   -Sí, vivimos juntos.- respondí, para no decir que éramos hermanos, porque no lo éramos.

Jin pareció procesarlo y se sorprendió.

   -Oh Dios.- sonrió, avergonzado.- Son pareja.- miró a Jungkook como disculpándose.- Lamento haberte besado.- luego me miró a mí.- Si quieren váyanse, le diré a el director y al maestro que tuviste que irte.

Jungkook asintió y yo lo imité.

Seguía enojado con Jin, pero ya no tanto, había ayudado a Jungkook.

Aunque de todos modos, si lo volvía a ver, le partiría su atractiva cara.

...............................................................................

Caminamos por la ciudad en silencio. Cuando llegamos a casa, todavía no había nadie. Su madre debía estar con amigas y mi padre trabajando.

Jungkook no sabía que decir, y el silencio era un tanto incómodo.

   -Oye, Tae, lo siento. No me podía separar, él me besó y...- empezó Jungkook.

Lo empecé a besar para callarlo. Él simplemente me siguió. El beso empezó a subir de intensidad, mientras nos recargábamos en la pared de la cocina. ¿Cliché, cierto? Hacerlo en la cocina.

Le mordí el labio inferior fuertemente.

   -Para que sepas de quién eres, Kookie- dije en un gruñido ronco.

Antes de que nos diéramos cuenta, ya estábamos ambos desnudos, Kookie sentado en la barra y yo con mis dedos en su entrada, haciendo movimientos de tijera para dilatarlo. Mi miembro ya estaba completamente duro.

   -Ah... Tae, yo... - Kookie apenas podía contener los gemidos.- Nuestros padres llegaran en cualquier momento...- soltó un gemido desesperado.

   -No me importa. Que lo sepan.- respondí con voz ronca, me estaba conteniendo de partirlo en dos.

Saqué mis dedos, y coloque mi miembro en su entrada. Jungkook volvió a gemir desesperado.

   -Por favor, Tae. Sólo entra.- vaya, estaba muy desesperado. Kookie era demasiado tímido para rogar.

Metí mi pene levemente y lo volví a sacar.

   -¿Vas a rogar, Kookie? Me prende que lo hagas.- dije en un suspiro ronco.

Kookie soltó un pequeño gruñido y empezó a mover sus caderas.

No podía contenerme a eso.

Entré así, sin delicadeza, Jungkook soltó un grito ahogado y yo eché la cabeza hacia atrás por la maravillosa sensación que me brindaba. Entonces empecé a embestir. Jungkook soltaba pequeños gemidos y yo no pude evitar sonreír. ¿Cómo ignoré durante tanto tiempo al niño bueno de la casa?

Mis embestidas eran suaves, hasta que Jungkook empezó a pedir más. Obviamente se lo di.

Lo único que se escuchaba eran los gemidos de Jungkook, un poco agudos, y mis respiraciones, aparte del sonido de nuestras caderas chocando con velocidad.

   -Tae, yo... ah, me voy a... ah, me voy a venir.

No soporté, su entrada apretó, lo cual indicó que se estaba viniendo, eché mi cabeza hacia atrás y solté un gemido grave.

Y entonces ambos nos vinimos. El líquido de Jungkook me manchó el pecho, entonces reaccionamos: se escuchaba un coche afuera, probablemente la madre de Jungkook.

Nos miramos, salí de él y recogimos la ropa del piso. Salimos corriendo su cuarto y cerramos la puerta, justo a tiempo.

Nos miramos a los ojos y nos empezamos a reír.

Bueno, ya son vacaciones.

Debería publicar más seguido, pero antes usaba la escuela de pretexto para escribir.

Intentaré actualizar cada semana.

Bye!!