Lo quiero a él /Karmagisa/

~4~

Había pasado aproximadamente 1 hora desde que comenzó la fiesta, pero el peliazul seguía sentado en una silla perezosamente.

Kayano había estado intentando animarlo de alguna manera, pero nada parecía funcionar, el simplemente seguía con la cabeza dejada caer en su puño.

-Vamos Nagisa, todos nos lo estamos pasando en grande, ¡ven a bailar!- Le intentaba convencer de nuevo Kayano.

Nagisa suspiró cansado, sabía que debía al menos disfrutar un poco la fiesta, pero es que desde que llegó, Karma ni si quiera le había dirigido la palabra, es más. juraría no haberlo visto en todo el rato.

Se quedó pensativo unos segundos, "¡Vamos! Tu nunca has dependido de nadie para pasártelo bien", pensaba el chico.
Se levantó de su silla con intención de dar una vuelta por ahí.

-Esta bien Kayano, me paso por la pista de baile en unos minutos.- Dijo y sonrió.

El de las coletas se dirigió hacia la barra de bar para coger alguna bebida, pero antes de llegar, un olor el cual reconocía llegó a sus fosas nasales. Eso era definitivamente alcohol.

Sonrió emocionado por primera vez en la noche y pasó a ver la barra por dentro, encontró un cajón repleto de bebidas alcoholicas y sus amigos los cuales se encontraban al rededor tenían vasos llenos de ellas en sus manos.

Nagisa sacó una botella cualquiera, no le importaba mucho, pero recordó la presencia de los profesores, así que alzó la vista buscandolos con la mirada, pero allí no había nadie.

Dejó la botella en su sitio, dirigiéndose a alguno de sus compañeros para preguntarles sobre el paradero de estos.

-Lo dijeron hace media hora tonto, tenían trabajo así que se retiraron.- Genial, Nagisa asintió y se encaminó otra vez donde se encontraban las bebidas, sacando otra completamente al azar.

"Ron Barceló", le sonaba el nombre, sabía que en España era muy consumido, aunque desconocia bastante de la bebida. Aunque lo que si recordaba era que la mayoría de la gente hacía la mezcla con refresco de cola.

Abrió el botellero sacando el refresco e hielos, echando 2 de ellos en un vaso bastante grande, luego iba el Ron, con el cual llenó el vaso casi hasta la mitad sonriendo en el acto, y por ultimo rellenó lo que faltaba con cola.

Balanceo hacia los lados la bebida y la olió, era dulce, al menos eso parecía, se llevó el vaso a los labios y dió un trago, sorprendiéndose de lo bien y dulce que sabía, ahora entendía por qué era tan consumido.

Fue bebiéndose el vaso rápidamente sentado en una de las altas sillas que estaban frente la barra. En cuestión de 5 minutos ya se había terminado aquella bebida.

Volvió a servirse otra mezcla igual, notando ya un poco el calor que provocaban ese tipo de bebidas. Se volvió a sentar esta vez mirando hacia la pista de baile, la música había estado sonando desde que llegó y una cantidad considerable de gente estaba bailando allí. Estaba dispuesto a ir una vez que terminara de beberse el vaso.

Empezó a sentir aún más que la temperatura en él iba subiendo, y tenía mucho sentido, las mezclas tomadas hasta ahora tenían incluso más Ron que refresco, aunque aún se encontraba completamente consciente. Dijo para si mismo que luego de ese vaso no tomaría más alcohol, al menos por ahora.

Su mente empezó a divagar en recuerdos mezclados con imaginaciones, lo primero que se le vino a la mente fue a Karma, aquel día en la piscina con la camisa mojada por haberlo tirado al agua, o aquellos susurros que dijo el primer día de clase con su típica sonrisa perversa.

Un escalofrío recorrió el cuerpo del chico al recordar aquello y empezó a imaginarse cómo sería tener encima de él al de ojos ámbar, haciéndole gemir por más una y otra vez, y en ese momento sintió su excitación subir aún más, pensando para sí mismo que debía de dejar de imaginar esas cosas en ese lugar, ya que podía ocasionar un problema.