~5~

2.7K 190 32
                                    

(en este episodio habrá lemon, disfrutadlo capullos)

Karma siguió el camino hacia la clase bastante desesperado por llegar, y al hacerlo dejó a su amigo de nuevo en el suelo, volviendo a besarlo acorralándolo en una de las paredes haciéndole jadear de nuevo. Lo elevó una vez más, apoyándolo en la pared, haciendo que sus piernas volviesen a rodearle.
El pelirrojo continuó trazando un camino de besos desde los labios del chico hasta el cuello, detrás de la oreja, haciéndole gemir cuando succionó esa parte, la cual había descubierto que era en la que más sensible era.

Mientras continuaba con los besos húmedos y las succiones en el cuello de su acompañante, sus manos también manoseaban las piernas del menor, provocando aún más al pobre Nagisa, quien ahora mismo parecía una maquina de gemidos.

-A-ahh... K-Karma por favor, ngh... -Nagisa suspiraba cosas al azar, pedía algo sin parar, pero sin especificar el qué.

-¿Que pasa cariño? ¿Acaso no lo disfrutas?- Susurró en su oído, lamiéndole el cuello seguido de esto.

-¡Ah! A-ah, Karma, yo... a-ah...

-Responde Nagisa, ¿qué es lo que quieres?- Preguntó el más alto dejando la sesión de besos de hace un momento. Nagisa sintió eso como si le abandonaran.

-No por dios, no pares ahora...- Dijo el chico intentando zafarse de los botones de la camisa de su amigo.- Sigue, por favor...- Volvió a besar a este en los labios apasionadamente, desabrochando ya el último botón de la camisa de su acompañante.

Karma se separó un poco de él para lograr deshacerse completamente de la prenda, retomando los besos en el cuello de este ahora con más intensidad, sintiendo que perdía el control.

-Muerdeme Karma, muérdeme lo más fuerte que puedas...- Pidió suplicante Nagisa, y por su parte, el mayor no iba a negarse.

Abrió su boca dejando ver sus característicos colmillos asomarse, lamiendo el cuello del chico para luego poco a poco empezar a undir sus dientes en aquella piel blanquecina.

Nagisa echó la cabeza hacia atrás lentamente en el momento que sintió los dientes del más alto sobre su piel, notando como cada vez mordía más y más fuerte.

Nagisa creía que iba a desmayarse.

-Di que soy tuyo...- Dijo entre jadeos.

Karma lo miró a los ojos con una mirada intimidante, quedándose a milímetros de sus húmedos labios, sintió el pecho de Nagisa subir y bajar más rápido de lo normal a causa de la adrenalina.

-¿Sigues dudándolo Nagisa? Tú eres mío, ¿te queda claro? Solo yo puedo tenerte así, y mataré a cualquiera que intente ponerte un dedo encima.- Añadió de manera desafiante mientras desabrochaba la camisa de su ahora amante, apartándola de en medio en cuestión de segundos.

A Shiota le encantaba que fuera tan activo y dominante, le hacía sentir tan protegido.
Abrió los ojos y la boca de golpe al sentir los labios de Akabane sobre uno de sus pezones, haciéndole gemir aún más alto que las otras veces.

Para el de las coletas, era la sensación más maravillosa que jamás había sentido, miró hacia abajo con curiosidad aún con la boca entreabierta y los ojos llorosos a causa de las sensaciones que estaba experimentando, encontrándose al más alto mirándole fijamente haciendo que sus piernas temblaran. Abrió otra vez la boca dejando salir un enorme gemido cuando sintió los dientes de Akabane incarse sobre su pezón.

Karma observaba con atención y excitación cada una de las reacciones de su pareja, viendo como un rastro de saliva descendía desde su labio inferior hacia su cuello, Nagisa era jodidamente hipnotizante.

Lo quiero a él /Karmagisa/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora