~2~

2.4K 211 57
                                    

Ya iba quedando menos para la fiesta, hoy era jueves por la mañana, y un somnoliento Karma se estiraba en su cama para luego levantarse de inmediato y ponerse su ropa habitual.

Cuando terminó de vestirse despertó a sus dos compañeros de habitación haciendo palmas con las manos.

-Buenos días estupidos.- Decía con una sonrisa maliciosa- Ya es hora de despertarse, ¿no os parece?

Karma subió las persianas de la habitación hasta arriba, haciendo a sus compañeros quejarse con ruidos penosos.

-Joder Akabane, déjanos dormir y deja de tocarnos los huevos... - Murmuró Sugino con voz ronca.

-Mhmhmh -Okajima hacia ruidos raros mientras intentaba reconciliar el sueño. Ambos compañeros no entendían porque el de ojos amarillos tenía esa necesidad de despertarse a las 5:30.

Karma sonrió de forma ladina como siempre, y se dirigió al baño para lavarse la cara y vestirse. Se miro al espejo mientras se mojaba la cara y no pudo evitar recordar lo que el día pasado había escuchado.

Río por lo bajo y empezó a cambiarse de ropa. Mañana por fin sería la fiesta y aún no había conseguido acompañante, aunque el sabía de sobra que cualquier chica estaría encantado de ser su pareja, y también algún que otro chico.

Después de pasar casi una hora reorganizando toda la parte de su habitación que escondía todas sus armas, Karma salió de allí cargando la mochila para encontrarse con Nagisa fuera de los departamentos, ya era una costumbre esperarlo para irse juntos a clase.

A los pocos minutos, el pelirrojo pudo ver a un Nagisa apresurado bajando las escaleras con cara de sueño, el siempre era igual, iba de camino a clase cansado sin parar de bostezar pero en cuanto se sentaba en su pupitre, se llenaba de energía. Pudo observar las coletas de su compañero rebotando mientras bajaba las escaleras a toda prisa. Vio como Nagisa le miraba y al instante se sonrojaba y le daba una sonrisa tímida. El peliazul no era muy bueno para disimular al parecer.

-Buenos días Karma-kun, ¿qué tal la noche?

-Hola Nagisa, la noche ha ido magnífica, gracias.- Le respondió amablemente, volviendo a recordar aquellos extraños ruidos que logró escuchar y que deseaba volver a hacerlo.

-Te noto pensativo, ¿tienes alguna idea en mente?
¿... un plan de asesinato quizás?- Preguntó curioso el chico de las coletas con una mirada y sonrisa sádicas.

-No Nagisa, no es nada de eso, simplemente pensaba...

Siguieron andando hasta llegar a la clase donde, en la entraba se encontraba una nerviosísima Nagami Okuda, la cual no paraba de dar vueltas repitiendo una frase que no lograban escuchar.

Los dos chicos se acercaron a la entrada.

-Hola Okuda, ¿acaso te pasa algo?- Preguntó Karma con la misma seguridad de siempre.

Al escuchar al chico hablar, la pelinegra pegó un salto por la sorpresa y se giró para encararlo, dándose cuenta de que Nagisa también se encontraba allí.

-M-muy b-bu-buenos di-días Karma, digo, s-si eso K-karma-kun... -Intentó hablar la chica fallando en el intento, estaba que se moría de vergüenza.

-Te pasa algo, ¿no es así? Llevas un buen rato dando vueltas sin sentido, Nagami.

Por alguna razón, a Nagisa le hirvió la sangre al escuchar a Karma llamar a Okuda por su primer nombre.

-B-bueno y-yo...- Suspiró tomando valor la chica- me preguntaba s-si querías venir conmigo a la fiesta de mañana, solo si quieres...-Dijo muy rápido la de gafas, susurrando lo último.

Karma se quedó callado. Y Nagisa sentía que podía matarla de 1.000 maneras distintas allí mismo.

Al pelirrojo le dió ternura como la chica se estaba comportando, pero miró disimuladamente a su amigo, el cual se encontraba con una mirada seria y aterradora, con la mandíbula completamente tensa, aunque era difícil definir su expresión.

Karma optó por esperar alguna reacción o respuesta por parte de Nagisa, el cual no movía ni un solo músculo, pero el tiempo iba pasando, y la pobre Okuda prácticamente se iba a desmayar.

-Creo que será divertido ser tu acompañante en la fiesta, Nagami, te recojo en la puerta de los departamentos mañana 20 minutos antes del comienzo- Sentenció Karma guiñándole un ojo a la chica, la cual no podía estar más feliz.

Y Nagisa, oh Nagisa, sentía que podía matar a cualquiera que se le cruzara.

-¿Te encuentras bien Nagisa? Te noto un poco... tenso.- Expresó Karma acercándose poco a poco a él cuando ya estaban lejos de la chica.

-No, no me pasa nada, hoy no dormí bien, es solo eso, por cierto, va siendo hora de entrar a clase, ¿no crees? Nos vemos luego.- Respondió de forma seca el chico, entrando a clase por fin.

Karma solo le observo irse mientras le miraba andar de esa manera, como solo él podía hacer, hipnotizandole por el balanceo de sus marcadas caderas. Sonrió de lado, Nagisa era tan celoso y tímido a la vez, estaba seguro de que el chico nunca le diría a la cara lo que sentía.

Así que era su turno de dar el paso.

——

Nagisa hoy no tenía un buen día, definitivamente que no lo tenía.

¿Como se le ocurría a Okuda proponerle a Karma ser su pareja para la fiesta?

Es decir, él iba a ir con Kayano, pero eso era completamente diferente, al menos eso pensaba él.

No pudo concentrarse en las siguientes clases, se las pasó con la cabeza apoyada en un puño mientras la profesora Bitch daba su clase de inglés, en clase de Educación Física, sus ataques eran mediocres, y eso el profesor lo notó, aunque decidió no agobiar a Nagisa con preguntas ya que se le veía bastante decaído.

Y era así, lo que empezó siendo rabia e ira descomunal se fue convirtiendo en tristeza y decepción, decepción hacia el mismo, ya que sabía que no era lo suficientemente valor como para encarar a la persona de la que estaba enamorada y contarle, gritarle si hacía falta, sus sentimientos, y tristeza, porque sabía perfectamente que no era correspondido, había sido confirmado esa mañana.

Su mirada se fue agachando al mismo tiempo que iba hacia clase de nuevo, Nagisa tenía unas ganas tremendas de llorar.

-Nagisa-kun, ¿te encuentras bien?

Nagisa cerró con fuerza los ojos y seguido de esto levantó la cabeza con una sonrisa radiante pero falsa, la cual tenía practica fingiendo.

-Por supuesto que si, Kayano, solo que hoy apenas he dormido por los deberes, no te preocupes.- Le contestó lo más alegre que pudo.

-Ah entiendo, me tenías preocupada. Por cierto mañana es la fiesta, ¿recuerdas?

-Si, pasaré a por ti media hora antes de que empiece, ¿te parece bien?

-Estupendo Nagisa, que pases una buena clase.- Y la muchacha se retiró con una gran sonrisa a sentarse en su sitio, Nagisa dejó de fingir la sonrisa en cuanto se fue.

Y desde lejos Karma observaba la situación, él sabía perfectamente lo que le ocurría a su Nagisa, pero iba a esperar un poco más, solo un poco, mentiría si dijera que al no le hervía también la sangre al ver a la chica tan feliz con el peliazul.

Nagisa ahora no imaginaba a Karma como hace a penas un día en la ducha, se conformaba con poder ir con él a la fiesta y estar entre sus brazos bailando. Sintió ahora, aún más ganas de llorar.

Solo quedaba un día para la fiesta.

——

1233 palabras.

Lo quiero a él /Karmagisa/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora