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Hoy. Era hoy. El día de la gran fiesta. Y a decir verdad, no es que a Nagisa le entusiasmara mucho.

Ese día en clase solo se hablaba de la fiesta de esa misma noche, todos los adolescentes estaban deseando que al fin llegara la hora.

Cuando la última clase terminó, todos los alumnos salieron apresurados a sus respectivas habitaciones, necesitaban ir perfectos a la fiesta a la que muchos consideraban una cita.

Nagisa por su parte no se apresuró en llegar a su habitación, el no tenía prisa, y tampoco le importaba llegar tarde a la maldita fiesta. Con la imagen en mente de Karma bailando con Okuda, se enfurecía aún más, no podía creer que iba a tener que verlo.

Al llegar a su departamento, Nagisa se encontró a Maehara e Isogai hablando animadamente de lo que planeaban hacer en la fiesta. El se limitó a dejar la mochila a un lado y tirarse cansado sobre la cama.
El de ojos cielo no quería ir a la fiesta si no era acompañado de él.

-¿Que te ocurre Nagisa? ¡Anímate hombre! Dentro de unas horas empezará la fiesta.- Intentó animarlo Maehara.

El peliazul esbozó una sonrisa cansada.

-Lo sé, es fantástico- Dijo como un suspiro.

-Pero venga, a qué vienen esos ánimos, nos hemos enterado de que irás con Kayano, ¡eso es genial tío!

-Kayano es fantástica pero...- Suspiró

-No es la persona indicada.- Afirmó Isogai, el ya sospechaba de los sentimientos de su amigo por el pelirrojo.

-Exacto.- Respondió Nagisa recordando la sonrisa de Karma, haciéndole suspirar cansado.

-Sea quien sea la chica que te guste, podrás conseguirla, ya verás, pero alégrate y un poco y vístete, idiota.- Intervino Maehara.

Nagisa se quedó pensando, "la chica que me guste", se rio entre dientes, no sabía lo que a él le pasaba por la cabeza.

En unos minutos, la habitación se quedó solo con el chico de las coletas en ella. Y después de de dar otro suspiro, decidio de que ya era hora de dejarse de tonterías. Si no podía ir con Karma, al menos intentaría disfrutar la fiesta.

Al fin y al cabo Akabane iba a estar allí, con su traje habitual probablemente, Nagisa sabía que no se esmeraba mucho eligiendo su ropa y aún así siempre iba perfecto.

Se conformaba con al menos verlo reír.

Abrió su armario con la típica sonrisa triste y miró entre su ropa algo que ponerse, pero ningún conjunto quedaba bien en su mente.

Pasaron un par de minutos hasta que divisó una tela gris colgada en una de las perchas, la sacó con curiosidad y allí estaba, aquella falda que había robado meses atrás por pura curiosidad.

Le dio un vistazo y dijo:

-Creo que esto podría quedarme bien, me la suda.

Al final, se decidió por la falda plisada gris y una camisa blanca, dejando sus piernas al descubierto y con las coletas de siempre, se dispuso a ir a recoger a su pareja de esa noche.

Esperaba que hubiese alcohol.

——

Por su parte, Karma, si que estaba entusiasmado por la fiesta, aunque a simple vista no se notara. Hoy sería probablemente una buena noche.

No se preocupó mucho en su ropa, se puso su vestimenta de siempre y perfume, bastante perfume, sabía que a alguien le encantaba ese olor.

Salió de su habitación echándole una ultima mirada a su espejo y sonrió con seguridad, seguido de esto, se dirigió para recoger a su acompañante. Aunque el sabía que esa noche no lo pasaría en grande gracias a la chica.

Nada más salir de su habitación, vió a Nagisa quien también iba a recoger a su pareja para la fiesta, aunque no se fijó mucho y simplemente siguió el mismo recorrido que él, con una sonrisa pícara en el rostro.

El de las coletas, pasó todo el camino en silencio, no era uno incómodo, pero no tenían de que hablar.

Al bajar las escaleras, los dos divisaron a sus parejas de esa noche, Okuda estaba muy sonrojada y muerta de vergüenza al ver a Karma yendo hacia ella, y aunque Nagisa trató de esconderlo, ahora mismo tenía ganas de asesinar a alguien.

Por su parte, Kayano, estaba sorprendida, el de las coletas llevaba puesta un falda, una falda. No es que ella tuviese nada en contra de los hombres que las usaban, pero se imaginaba a Nagisa como un principe azul, nunca mejor dicho.

Y ver a tu principe azul con una falda puesta, sorprende.

Aunque había alguien a quien si le gustaba, solo que todavía ni se había percatado de ello.

——

La fiesta iba a celebrarse en el patio de la clase 3-E, y nada más llegaron, todos los alumnos se quedaron boquiabiertos.

Había 4 mesas y sus sillas con dulces y platos de comida deliciosos, pegándose más al bosque había una pista de baile enorme con una barra de bar al fondo, todo estaba iluminado por luces de discoteca, y en la entrada de la clase, se encontraba la prosesora Bitch acompañada de Karasuma, mirándolos desde lejos.

-Bienvenidos, mis queridos alumnos, espero que disfrutéis esta fiesta tanto como yo he disfrutado preparándola, recordad que este día es para pasarlo en grande, aunque si alguno de vosotros quiere intentar asesinarme, no me opondré a ello jeje, dicho esto, ¡doy por comenzada la primera fiesta de la clase 3-E! - Anunció Koro-Sensei nada más ver a todas la parejas llegar.

Los alumnos fueron pasando al lugar establecido como la fiesta, algunos iban directamente a los dulces, otros corrían hacia la pista de baile, con o sin pareja, y otros curioseaban la barra de bar que se encontraba allí.

En cambio Nagisa se dirigió a una de las mesas, sentándose aburrido sin prestarle la más mínima atención a su pareja, quien se encontraba buscándole con la mirada.

Karma era uno de los que habían ido a curiosear la barra del bar, encontrándose con una cantidad enorme de bebidas, refrescos, zumos... Aunque lo más interesante estaba al fondo de un cajón el cual también estaba en la barra, ya que contenía muchísimas bebidas alcoholicas en su interior.

Dió una media sonrisa, seguramente que a Koro-Sensei se le habría olvidado quitarlas de allí, aunque él obviamente no iba a recordárselo.

La fiesta sería mucho mejor de lo que muchos esperaban.

——

1051 palabras.

Lo quiero a él /Karmagisa/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora