❝ el príncipe de cabello blanco ❞ 〉 y☹︎☹︎nnie.

Sopa caliente y bufandas.

La nieve tenía cubierto a todo el reino, las casas en el pueblo tenían adornadas las calles con brillantes colores y todas las chimeneas humeaban reconfortando con su cálido fuego a las familias.

Jennie amaba las fiestas navideñas, era su época favorita, pero estar separada de su padre y de su hermana la tenía un poco triste, sin embargo al ver que el castillo estaba siendo decorado y todos los que servían en él daban de su parte para llevar la alegría de las fiestas le dio el ánimo suficiente para proponerse la meta de disfrutar estas fiestas con los príncipes y con el rey Galet.

La joven doncella entró a la gran cocina buscando a Rosé, la joven muchacha que la salvó junto a Jungkook la otra noche. Cuando la encontró le pidió que la ayudara a organizar una gran cena para mañana, la joven aceptó sin dudar y todos se pusieron manos a la obra para el festín de mañana, mientras tanto ordenó a otro grupo de cocineras que prepararan sopa caliente y la llevaran a fuera ya que saldría.

Cuando Jennie era una niña su padre le contaba historias donde ella aprendía que las princesas eran buenas y gentiles con todos, no importaba si la persona usaba joyas y ropas lindas, todo humano era igual y merecía el mismo trato. Le agradecía a su padre eso, aprendió a ayudar a los que necesitan sin importar su rango social y a tratar a todos por iguales, la gente del pueblo no eran sus súbditos también podían ser su segunda familia.

Ella podría estar cómodamente en su alcoba o tomando algo caliente junto al fuego pero tenía todo un salón lleno de estambre y junto a ella un par de bufandas ya terminadas, quería ir al pueblo y darlas a los que la necesiten. Lo hacía en su reino junto a su padre y hermana, quería que su próximo pueblo la conociera y viera que podían contar con ella si necesitaban algo, quería cambiar un par de cosas.

Por otro lado los príncipes salían de su entrenamiento matutino y se dirigían a sus habitaciones pero un camino de estambres de colores los llevó al salón donde se encontraba su invitada junto a otro par de chicas tejiendo rápidamente.

—¿Princesa?— preguntó el mayor de todos con curiosidad.

—Buenos días príncipes, ¿necesitan algo?

Las miradas confundidas de todos pedían una explicación del por qué su salón estaba así y del por qué la princesa parecía querer terminar de tejer demasiadas prendas.

—¿Qué es lo que está haciendo, princesa?

—Estoy tejiendo algunas prendas para las personas del pueblo, si enferman muchos no tendrán como conseguir a un doctor y todo será un caos, príncipe Jungkook.

—¿Por qué deberían importarnos si enferman?

Jennie paró sus manos y por primera vez en lo que llegaron los príncipes se limitó a mirar seria al dueño de esas palabras, uno de los príncipes mayores logró fastidiar a la joven, Hoseok sólo esperaba su respuesta a sus palabras.

—Dígame algo, príncipe Hoseok, ¿usted pasa todo el año sembrando y cosechando?, ¿acaso usted cría animales para después venderlos?, ¿hace piezas decorativas?, ¿mantiene activo el comercio?

Ella avanzaba con cada pregunta y miraba con el ceño fruncido al príncipe, él por otro lado se quedó en breve silencio escuchándola.

—Usted no es el que mantiene activo a este reino, lo único que hace es tomar decisiones por todos, como un candidato a rey su pueblo debe saber que está con ellos y no con sus caprichos.

La joven tomó aire nuevamente para regresar a su sitio ignorando la mirada de los demás y continuar con lo suyo antes de decir varias palabras altisonantes frente a ellos. Pero se sorprendió al ver a cierto peliblanco tomar asiento a su lado junto a unas pinzas de tejer y estambre en su regazo.

—Si me enseña podremos terminar más rápido, debemos estar aquí para la cena.

Jennie sonrió al pálido príncipe y a su vez se las ofreció a los demás príncipes que tomaron asiento en los sofás del salón mirando a la castaña, esta comenzó a enseñarles pacientemente y comenzaron a tejer.

Pasaron algunas horas entre risas y problemas con las agujas, la princesa reía al ver que SeokJin regañaba a Jungkook por que las puntadas eras disparejas, Namjoon había roto más de tres pares de agujas y no sabían por qué, por otro lado Taehyung y Jimin competían por la bufanda más bonita para algún niño y Hoseok junto a Yoongi trataban de salir de un gran nudo de estambre. Terminaron lo que creían ser suficientes prendas para el pueblo y decidieron ir a cambiarse por algo más apropiado para andar a caballo y abrigarse bien.

El rey Galet miraba con algo de curiosidad a su servidumbre yendo de un lado a otro dando los últimos toques al castillo, parecía que alguien había cambiado sus órdenes por otras más coloridas y brillantes. No encontraba a sus hijos por ninguna parte ni a la joven princesa, tenían que tomar el desayuno y comenzaba a irritarse.

Estaba por ir a buscarlos de nuevo, pero fue interrumpido por las fuertes risas de sus hijos entrando al comedor con la princesa a su lado, con un ligero carraspeo les avisó que estaba presente y todos voltearon a verlo saludando con una reverencia.

—Buenos días, padre.

—Parece que están muy animados hoy, ¿puedo saber a qué se debe?

—La princesa Jennie piensa salir al pueblo hoy, les llevará sopa y bufandas para abrigarse.

—¡Las hemos hecho nosotros, padre!

—¿Deseas acompañarnos, padre?

Los príncipes se veían tan emocionados por la idea que al rey se le hizo raro, tanto al igual que ellos quieran ir a visitar el pueblo. Un toque cálido en su mano le hizo ver a la joven princesa, nunca pensó que vería esos ojos de nuevo, eran idénticos a los de la mujer que una vez amó.

—Me encantaría que nos acompañara rey Galet, pero si no se siente en condiciones de ir podemos celebrar en el palacio, tengo un obsequio que darle.

—No se preocupe por mí princesa, este viejo aún puede soportar un invierno más. Anhelo su obsequio así que esta noche me gustaría que todos esperemos la ansiada nochebuena junto a la fogata.

—Es un honor su presencia, su majestad.

Sin más todos tomaron asiento para tomar el desayuno y salir fuera del palacio donde grandes cacerolas junto a las prendas eran puestas sobre carretas, cada uno subió a su caballo para emprender camino al centro de la ciudad.

El anuncio había sido dado hace apenas una hora así que el pueblo estaba reunido en el lugar esperando por su rey y lo que había traído. La guardia que los acompañaba comenzó a preparar el lugar y todos presentes fueron atrapados por el delicioso aroma de la sopa caliente.

Galet bajó de su caballo junto a sus hijos y la princesa quienes lo seguían detrás, el clima era frío y la nieve se veía más hermosa de cerca. Los jóvenes tomaron lugar cerca de las largas mesas donde estaban las cacerolas mientras su padre se colocaba al frente de ellos.

—Gente de Bahkoht, estamos aquí para darles un pequeño detalle siendo idea de su futura reina, espero que lo disfruten y les ayude en este frío invierno, también queremos desearles felices fiestas.

Los guardias pidieron a las personas que fueran ordenados y esperarán su turno en las filas. Pronto varios de ellos tenían en sus manos un plato de sopa y una bufanda alrededor de sus cuellos.

Los príncipes eran encargados de entregar las prendas antes de ir por su plato de sopa, era divertido ver como Taehyung y Jimin competía para ver quién entregaba más prendas.

Jennie pensaba que estar con esos muchachos no era tan malo como lo imaginaba, lograban hacerla sentir como en casa.

Tal vez está noche junto a la fogata los sorprenda con sus regalos.