Deteste Moi (ArgChi)

❄ Rozhdestv ❄

Narra Rusia (Rusia no habla mucho... por si no se habían dado cuenta)

-Feliz Navidad! - el narrador del programa de radio se despidió con un cálido saludo, yo estaba en mi auto dirigiéndome a la casa de México, que nos invitó a mi y a Chile a pasar la navidad allí. Personalmente no creo en el nacimiento de nadie... no soy cristiano, tengo algo similar el 7 de enero, pero celebrando a la iglesia ortodoxa, no se parece al resto del mundo. Hasta hace muy poco supe de la navidad, URSS hablaba de ella como una pérdida de tiempo.

Estacioné tranquilamente en el patio de México, aunque al bajar sentí una brisa fría en mi cuello, nada comparado con mi invierno, pero era fresco, y me relajaba.

No toqué la puerta para entrar ya que estaba entreabierta, solo pasé, dudo que México se enoje. La sala se dividía en dos. Mis pies se toparon con una alfombra microbio de color rojo intenso, sobre ella una pequeña mesa, rodeado por los sofás de color beich, había dos ventanas, pero como está nublado no entraba mucha luz, no se veía ni lúgubre, ni frío, al contrario, se nota como si nunca lo hubiera ocupado, es el típico y repetido lugar que solo se utiliza cuando va más gente y no quieres que coman en la cocina. En el lado derecho se encontraba el comedor de vidrio, sobre un camino de mesa rojo, con detalles navideños, una ¿biblioteca?, o ¿estantería?, donde hay vasos, y copas, al lado, una puerta que jamás se cierra, se dirige a una galería, con un piso de cerámica, intenté no mirar mucho los detalles y me adentré por el pasillo que hay en medio de la sala, no había luz y las puertas que estaban por el pasillo estaban cerradas, una lleva al baño, y otra a la habitación de México, desde allí se empezaba a sentir un olor como a pollo, que venía desde la cocina. Me acerque a México que estaba metiendo algo al horno.

-Meksica- susurré para no desconcentrarlo

-ALA CHINGADA MADREEEE!, Tripaloski me asustas wey!- No respondí

-¿Un trago?- se paró de puntas para alcanzar un tequila sobre el bar que se encontraba en la esquina, estaba vestido con una camisa blanca, desordenada y jeans común y corrientes. Asentí.

El sirvió en vasos muy pequeños, típicos shoots, se acercó para entregármelo, pero a la vez me besó. Rápidamente lo aparté. No me gusta que lo haga sin mi consentimiento, y estoy consciente de lo que el siente por mí.

-Vale- respondió alejándose. El se apoyó en el mueble de cocina para luego tomar su vaso en un único y rápido sorbo, yo aún ni lo tocaba, estaba demasiado atento a lo que México estaba haciendo.

-Rusia- se acercó nuevamente hacia mí, escucharlo decir mi nombre no era de buena suerte. Tenía una mirada penetrante y exótica, lo que me llevó en primer lugar a cometer el error de besarlo esa noche en casa de Cuba, aunque también puedo culpar a el alcohol, ¿quién sabe? -si yo fuera mujer... tú me querrías? - no respondí - ¿ What if I were a girl?- habló en inglés para poder entenderlo mejor, ya que debo estar concentrado para poder entender el español y ahora se me está haciendo difícil (T/N: ignoren el hecho de que el wn narró todo el cap in spanish)

-¿En serio quieres saberlo?- no dijo nada y apartó sus ojos color dorado. Me acerqué a su cuello, allí dejé una mordida – eso solo es una advertencia- susurré en su oído. Me alejé lentamente y bebí mi vaso de tequila de un solo trago para luego irme a sentar a los sofás de el living

- ¿y me adviertes y te vas? - México me siguió hasta la sala -eso es de mala educación, ¿acaso tu padre no te enseñó modales?, me está buscando, el sabe la relación que tuve con mi padre, ni siquiera me gusta llamarlo así. -Solo ladras... no eres capaz de morder- dijo doblando un poco su cuello dejándome ver la marca que había dejado hace unos pocos instantes. Eso colmó el vaso, siempre consigue lo que quiere, y él lo tiene muy presente.