Departamento.
Su amiga, Seraphina lo miraba apenada, al enterarse lo acontecido en el hospital por boca de su hermano Unity el cual trabajaba de enfermero en la casa de salud.
—¿Qué debo hacer? Necesito un milagro.
Tenía ojeras, su cabello estaba revuelto y su mirada lucía apagada, Seraphina trató en vano de darle palabras de ánimo, más esas palabras rodaban como aceite, no calaban en Dégel.
—No puedo tocarla, su cuerpo me rechaza es como si lo hiciera a propósito.
—A veces el amor es como un puñal, otras un veneno que te consume y otras un cruel invento para los no correspondidos—lo miró sabiendo que él no entendería esa última frase porque Dégel sólo tenía ojos para Kardia.
—Sin ella yo...—apretó los labios—no puedo seguir.
Sonaba derrotado.
De repente su celular sonó, se trataba de Manigoldo. Dégel sabía que Manigoldo le informaría sobre si habría algún donante para Kardia.
Llamaba para decirle que el médico que estaba cargo del caso de Kardia lo solicitaba en el hospital. Por un momento tuvo un atisbo de esperanza en sus pupilas, esperaba que le dijeran que ya tenían un corazón para Kardia.
Seraphina lo miró ansiosa.
—¿Qué sucede?
—Tengo que ir al hospital... Espero que... Sea para decirme que tienen buenas noticias—respondió arreglándose su desarmado cabello—cualquier cosa te aviso Si?
Ella asintió sintiendo que varios puñales traspasaban su corazón por un segundo deseó que Kardia no existiera, que Dégel jamás la hubiera conocido.
—No te preocupes, rezaré que todo salga bien.
Manigoldo le mostró varios exámenes, algunos realizados en las últimas horas. Los resultados eran desesperanzadores para Dégel.
—El tiempo se agota para ella—dijo con gravedad Manigoldo—creímos que aún teníamos más tiempo....
Sin embargo los exámenes revelaron algo más.
—Hay otra cosa más—un hombre de cabellos castaños y ojos azules se presentó con un papel que agitaba presuroso—el proceso se complica más.
—Sisifo eres un....
Un examen de sangre, eso era lo que el mencionado traía en sus manos.
—Kardia está embarazada y el embarazo puede complicarlo todo.
Dégel no podía imaginar lo que oía, miró con estupefacción a ambos galenos que discutían el nuevo " descubrimiento". En medio de la discusión pudo rescatar fragmentos de la misma, supo que ella tenía tres semanas de gestación, que si el embarazo progresaba debían extraer a la criatura antes de los nueve meses, que debía aplazarse la cirugía de transplante dado a su estado, que mejor era que no lo tuviera, que muchas cosas que confundieron a Dégel.
—Haré lo posible para que el feto sobreviva—dijo el médico de cabellos castaños cuya profesión era gineco-obstetra en tanto su compañero guardaba sus manos en los bolsillos de su bata de médico—y tú encárgate de prolongar el tiempo para que su corazón resista.
Hablaban como si él no estaba presente.
—La matará....
—¡Basta!—interrumpió Dégel cansado de la palabrería.
Ambos se quedaron en silencio.
—Ella sabe de que está embarazada—dijo a modo de pregunta.
—No—dijo Sisifo—lo descubrí al analizar una muestra sanguínea, sólo falta que la revise.
—Bien y...¿Puedo verla?
—Hace poco acabó de despertar—intervino Manigoldo—pero recuerda lo que pasó ayer....
No tenían que recordarle que ella le gritó que se fuera, pero quería verla.
—Jamás la dejaré y lo sabes.
—Te acompaño—dijo Sisifo.—Necesito que ella me autorice la revisión.
Ella estaba despierta cuando ambos entraron, Sisifo se acercó en tanto Dégel decidió quedarse a una distancia prudencial, Kardia se sintió por demás dolida, ella la noche anterior lo había corrido gritándole cosas terribles. Era comprensible que él no se le acercara.
—¿Cómo te sientes?—le preguntó Sisifo muy amable.
—Aún me siento débil—respondió en un susurro.
—Tu pareja está aquí, hay algo que debo decirte.
—Pero tú eres el obstetra...
Miró a Dégel.
—Estás embarazada—dijo Sisifo—tienes tres semanas.
Abrió los ojos sorprendida al oír esas cinco palabras, miró a Dégel quién silenciosamente afirmó esas palabras. Iba a ser madre, pero no sabía si iba a conocerlo, mecerlo y verlo crecer.
—Sin embargo el embarazo complica tu estado—dijo eligiendo con cuidado las palabras—además que el feto corre el riesgo de no llegar a los nueve meses sin control y cuidados.
Ella sonrió tristemente, para ella significa un precio que debía pagar.... su vida o la de su bebé.
—El debe nacer, yo ya no tengo esperanza, aún puedo resistir nueve meses por que....—iba a hacer una pregunta muy difícil—¿ El parto puede matarme? ¿ Verdad?
Dégel ahogó un jadeo ante esas palabras, no quería perderla. Sisifo asintió en silencio.
—Probablemente, pero puedo extraerlo a los siete meses....Tal vez pueda ganar tiempo para ti.
—Haz lo que debas hacer—dice ella cerrando los ojos en tanto acomodaba la cabeza en la almohada. Sisifo viendo aquel cuadro un tanto fúnebre pensó que si lograba que la criatura que se gestaba dentro de la mujer sobreviviera hasta los siete meses, sería una luz que espantaría las tinieblas que se cernían sobre sus padres.
—Podrás pasar tu embarazo en tu casa—dijo el castaño dirigiendo una mirada crítica a Dégel—no puedes tener sobresaltos e iré a verificar su evolución cada semana. Si tienes dolor o sangrado no dudes en llamarme....
Durante ese diálogo, Dégel percibía que el gineco-obstetra lo responsabilizaba de cualquier situación y seguramente la familia de Kardia quienes lo detestaban no tardarían en darse por enterado. Lloverían los reproches, críticas porque sería sólo su culpa si a Kardia le pasaba algo por la gravidez.
Por lo que se propuso estudiar a fondo los embarazos de alto riesgo y los cuidados que conllevaban. Con ayuda de Seraphina lograría que los siete meses de embarazo pautados para Kardia transcurrieran con calma.
—Tiene mi palabra que la cuidaré con mi vida—estiró la mano para sellar su promesa, Sisifo la tomó sin dudar—si no lo cumplo puede enviarme a la cárcel por negligente...
—¡ Ay no!—Manigoldo se golpeó la frente—francesito no seas tan extremista.
—Eres un hombre capaz de todo—dijo Sisifo con amabilidad—confió en ti y ese bebé nacerá sano y salvo...
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Gracias por leer.💖💖💖

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Prueba de fuego
Fiksi PenggemarUn corazón débil. Un amor pendiendo de un hilo por una enfermedad. Las Parcas amenazan con cortar el hilo de vida y dejarlo huérfano de su cariño y presencia.... Sólo una luz de esperanza podrá salvarla... Un padre que lo detesta e intenta separarlo...