13. Meraki

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Perspectiva de Bright

Perspectiva de Bright

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Maldita sea.

Malditos todos.

Malditos sean todos, menos Win.

¿Quién demonios es tan valiente como para decidir venir a tocar desesperadamente la puerta de mi casa a las benditas tres de la mañana?

Necesito un respiro.

Y mucha paciencia.

Ahora, mi problema es que no sé cómo dejar a Win, no puedo dejar de abrazarlo, le va a dar frío y no puedo permitir que le dé frío porque se puede enfermar y no quiero que se enferme.

Pero no tengo otra opción, tengo que levantarme, voy a hacerlo lentamente, llegaré a esa maldita puerta para asesinar a quien sea que esté tras ella.

Solo un poco más.

¡Listo!

Tener encima mío casi todo su cuerpo es tan hermoso y calientito, pero realmente quiero golpear a esa persona.

—¡Hey, Charlotte!— ¿Por qué está tan eufórica frente a la puerta? —¿Sabes quien es? ¿Por qué no le das una gran mordida en cuanto abra?

—¡Woof!

—Buena chica.

Tomando las llaves para abrir el quinto seguro que Win pidió poner, abro la puerta encontrando una tonta sonrisa en la cara de un tonto Tay.

—Te tengo un regalo.

—Tawan, son las benditas tres de la mañana, ¿Qué jodida sorpresa merece que me molestes a esta hora?

Tay me miró sorprendido, claro que lo haría, sin embargo se hizo a un lado y apareció Gigi saltando.

Espera... ¿Gigi?

—¡Sorpresa!— grita feliz antes de lanzarse a mí, como siempre dañando mi audición con su hablar tan estrepitoso.

—¿Gigi? ¿Qué? ¿Cómo?— oh, de verdad estaba muy sorprendido —Dijiste que tardarías una semana en volver.

Ella deja de abrazarme, entonces me agarra por los hombros y exhala antes de soltar todo. Típico de ella.

—Mis padres solo me querían para asistir a sus bodas de plata, entonces me soltaron pronto.

—Ella llamó y me despertó, quería darles una linda sorpresa, por ello me pidió ir hasta el aeropuerto a recogerla— comentó Tay desde la cocina comiendo una naranja.

¿Desde cuando ese pedazo de carne se da las libertades de ir y venir por mi casa con toda la libertad del mundo?

—Sigo muy sorprendido, pensé que no te veríamos hasta dentro de mucho.

—De hecho Gigi pensaba lo mismo, por ello no pudo evitar despertarnos a esta hora, dios, tengo tanto sueño.

—¡Tawan! ¿Acaso pensabas que me quedaría en cualquier hotel?

¿Cómo es tú persona ideal? ; 𝗯𝗿𝗶𝗴𝗵𝘁𝘄𝗶𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora