₂₃.ₒ₆.₂ₒ
La pregunta del millón la había hecho uno de sus mejores amigos, ¿Cómo es tu persona ideal?
Bright no tenía idea de que responder, sin embargo, sabe que debe describir a su ideal basándose en las letras del abecedario, al principio le parec...
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—¡Feliz navidad chicos!
—¡Bravo!
—¡Muchas felicidades a todos!
—¡Vamos a brindar!
—¡Salud!
Los festejos, gritos y felicidad estaban al tope en el lugar donde el grupo de chicos realizaba su festejo.
Básicamente estaban celebrando en la azotea del edificio de First, los chicos ocuparon ese lugar antes que nadie en el edificio, fue realmente un milagro el haber encontrado y apartado ese pequeño pero espacioso lugar.
Los vecinos de ahora en adelante les miraran feo.
Querían festejar en la azotea del edificio de Bright, pero lo ocuparon los del primer piso así que dicha opción quedó descartada, después pensaron en hacer la fiesta en casa de Singto, pero sus papás decidieron ofrecer una gran cena en esta.
La casa de Tay estaba infestada de plantas de la buena suerte procedentes de las tías de New, la casa de Krist fue ocupada por su hermana y la familia de su novio, así que tampoco fue una opción.
La última esperanza fue entonces la azotea del edificio de First, la cual adornaron con diversos focos, adornos navideños y el árbol viejo que tiraron los papás de Bright.
Gigi se encargó de decorar y hacer del lugar un espacio muy acogedor, todo había quedado precioso, todos los chicos realmente sentían el espíritu navideño.
Y para buena suerte de Sarocha, Chimon fue invitado por Joss.
Todos estaban felices, pasando una buena tarde en familia, como lo que sentían que eran.
—Chimon— hablo Gigi por encima del hombro del mencionado —¿Me ayudas a dar dulces?
El mencionado volvió a ver a la chica y asintió lentamente, después le regaló una sonrisa que casi la mata.
—Está bien, ¡Vamos!— Wachirawit se levantó enseguida y tomó de la mano de Gigi para ir a buscar los dulces.
De esa forma fueron en busca de Kanaphan, pues los dulces estaban en su departamento, por fortuna no buscaron por mucho, pues el chico estaba de lo más cómodo sobre el regazo de Fluke en un puff.
—¡First! ¿Me das las llaves de tu departamento?
—Ah...— el nombrado empezó a buscar en sus bolsillos provocando un leve revoloteo encima de Fluke —No las tengo.
—First, las llaves, las dejaste en el departamento... Gigi, está abierto, ve— hablo Fluke un poco nervioso y se cubrió la cara.
—¡Oh, es verdad!— dijo dando un pequeño saltito provocando que su pareja se pusiera aún más nervioso.
