₂₃.ₒ₆.₂ₒ
La pregunta del millón la había hecho uno de sus mejores amigos, ¿Cómo es tu persona ideal?
Bright no tenía idea de que responder, sin embargo, sabe que debe describir a su ideal basándose en las letras del abecedario, al principio le parec...
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Ir de un lugar a otro tomados de la mano era ya una bonita costumbre desarrollada entre Bright y Win.
Incluso la señora de la limpieza del edificio donde vivían creía que pronto terminarían frente a un altar, ella definitivamente quería estar ahí.
Mike pensaba que ellos dos eran unos desdichados al mostrar, presumir y expresar su amor sin pudor alguno frente a todos de aquella manera tan descarada en la que lo hacían.
Siempre que tenía una oportunidad, les lanzaba comentarios que los hacía sonrojar, ponerse tímidos, separarse o acomodarse en posiciones correctas, sin embargo, a los pocos minutos ya estaban tocándose nuevamente y dejando la distancia a un lado.
Si estuvieran cruzando una pandemia mundial, ellos serían los primeros contagiados, pues no podían estar separados a más de medio metro de distancia.
Todos sus amigos estaban cansados de tener que vivir como la tercera rueda, en especial Arm, quién se veía rodeado siempre de los dulces momentos que sus amigos tenían frente a él sin importarles su soledad.
Arm pensaba que definitivamente tenía la peor suerte del mundo, por lo menos empezó a creer fielmente en ello después de la llamada que logró sostener con Off por dos lastimeros minutos, la cual ganó el récord al ser una de las llamadas más cortas que ha tenido con su amigo.
—Hola Arm, necesito que vayas al departamento de Bright y preguntes por la letra— fue todo lo que dijo antes de colgar sin preocuparse por el corazoncito de Arm, el cuál había saltado al creer que tendría una buena plática con su segundo mejor amigo.
En esa corta frase logró escuchar muchos ruidos sospechosos de fondo, antes de que la llamada terminará tan pronto como inició.
Medianamente desconcertado fue donde lo enviaron, se podría decir que ya era tarde, pues el ocaso estaba sobre su cabeza mientras acompañaba a la solitaria luna.
Tan solitaria como él.
En el camino le envío un mensaje a Bright avisando sobre su visita, a lo cual solo recibió un "Pk", como respuesta, lo cual interpretó como un sí.
Siguió la dirección que de forma vaga recordaba, vuelta a la izquierda, sigue derecho tres calles, vuelta a la derecha, dos edificios y ahí está.
Mientras tanto Win estaba sentado fuera del edificio, se veía levemente enojado y traía en el rostro un lindo puchero que resaltaba sus labios junto a sus regordetas mejillas, estaba también abrazando sus piernas, solo alzó la cabeza cuando Arm habló.
—Win, tanto tiempo sin verte.
Weerayut se puso en cuclillas frente al menor para saludarlo, este último trató de sonreírle al otro, logrando una rara mueca en su rostro molesto.
—Hola.
—¿Está Bri...?
Un castaño claramente preocupado salió por la puerta del edificio buscando fervientemente con la mirada algo, o alguien.
