Un mundo normal y otro que parece una fantasía. Un cristal que oculta secretos en manos de un joven humano, quien perdió la memoria al viajar a este extraño mundo, un mundo en plena reconstrucción y un mal antiguo recuperándose. A todo esto, ¿que t...
Los ojos verdes del dragón gris, Ashes, se abrieron de forma lenta. La luz fastidiaba a su único ojo funcional, lo suficiente para que tuviera que esperar un tiempo para poder acostumbrarse. Él estaba bajo una manta.
Intentó mover sus brazos, pero no podía. Intentó levantar la mitad superior de su cuerpo, pero al hacerlo donde se encontraba la herida le soltó un dolor leve.
La puerta de la habitación se abrió y entró una dragona negra. Cynder entró con una bandeja con unos pedazos de carne y un vaso hecho de arcilla conteniendo agua.
"Oh, despertaste." Dijo Cynder. Cerró la puerta con un leve golpe de su cola y se acercó a Ashes, quien había girado su mirada hacia la dragona negra.
Cynder dejó la bandeja en el borde de la cama y acercó el vaso de agua a las fauces del dragón gris. Él fue bebiendo el agua hasta la última gota. Y ya estando hidratado, habló.
"¿Cuanto tiempo estuve dormido. . .?" Preguntó con la mirada fija en el techo.
Cynder se recostó sobre la pared cercana y respondió.
"Por lo menos cuatros días. El doctor dijo que fuiste afortunado de sobrevivir al desangrado. Pero tuvimos que trasladarte aquí apenas estuviste estable debido a que se necesitaban cuartos para los heridos. En estos momentos está al limite ese lugar."
Ashes giró la mirada otra vez hacia Cynder.
"¿Qué noticias hay sobre la situación?" Preguntó.
Cynder estuvo pensativa unos momentos recordando la reunión que tuvo con los guardianes luego de regresar con los rehenes guepardos y lo que vio luego.
"Por desgracia se generó un caos entre los civiles. . . Muchos aún no logran superar la guerra contra Malefor. Informé de un líder sobre esas criaturas, pero no pude reconocer la raz- " Fue interrumpida.
"Era un lobo... un cazarrecompensas."
"¿Un cazarrecompensas dices?" Ella bajó la mirada pensando "Mhm... No hay muchos en el reino, pero de cazarrecompensas de la raza lobuna... No me suena."
"¿Qué hay de Magnitos?"
"Ha estado preocupado que no hubieses despertado." Respondió. "Te dejaré descansar por ahora y veré si consigo unos cristales para que recuperes tus energías más rápido."
Ella caminó hacia la puerta, abriéndola, pero se detuvo antes de salir.
"Alguien ha estado preguntando por ti últimamente." Y se fue.
Ashes se quedó con la cabeza en la suave almohada de su cama. Todo iba normal, pero luego se dio cuenta que le faltaba su prenda superior.
