Parte 11: Podrá cambiar?.

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Esa misma noche

"No está por aquí" Susurró una dragona naranja mirando a través de una pequeña apertura de su habitación compartida. "Vamos:"

Sin hacer ni el más mínimo ruido, se escabulleron por los pasillos del gran templo dragón. ¿Por qué hacían esto?

Junto a un pequeño grupo de su misma edad, habían acordado ver un evento especial nocturno, el cual ocurría cada tres años. Pero algo con lo que ellos no contaban era la guardia de Ashes, quien no se mostraba por los pasillos.

Las dos dragonas amigas fueron hasta un extenso pasillo, y en donde había un pequeño mirador. Allí estaban otros cuatro dragones: Uno azul neón (Macho), otro rojo almagre (Hembra) y rojo granate (Macho), y, por último, verde azulada (Hembra).

"Listos para el evento?" Preguntó con entusiasmo la dragona verde azulada.

El evento cual esperaban era: La luna azul.

¿En que consistía este evento? Respuesta simple: La luna se teñía de un bello color azul, que llegaba a hipnotizar a las criaturas por su belleza. 

"Miren!" Llamó la dragona roja almagre.

Todos los dragones levantaron la mirada.

Todos estaban hipnotizados por la bella luna azul. Esto era un evento que sucedía cada tres años. Pero todo este evento fue arruinado por algo.

"A...alguno de ustedes p-puede moverse?" Preguntó un poco asustado y nervioso el dragón azul neón. Sus amigos le dieron una mirada de confusión, pero luego ellos sintieron como si algo los apretara por todo el cuerpo.

"Q- ¿Qué es esto?"

Cada dragón del lugar estaba cubierto por sombras en todo su cuerpo, así inmovilizándolos.

Frente a sus ojos, un dragón gris se manifestaba luego de salir de un manto de sombras. Su mirada estaba sería. Miró a los dragones que estaban ante su mirada y dijo.

"Que hacen por aquí?" Ashes levantó la mirada y vio la gran luna azul. "Con que eso era..." 

"Suéltanos de una vez!" Ordenó enfadado el dragón rojo granate. "O ahora mismo te daré una paliza!" 

Ashes miró al dragón rojo, y levantó levemente su mano.

"Dilo de nuevo y quedarás en una camilla." Dijo Ashes con frialdad. Al parecer, él iba en serio. El dragón de fuego se tragó saliva del miedo.

"Q- ¿Qué nos harás?" Preguntó nerviosa la dragona verde azulada.

Ashes la miró, conservando su mirada sería. "Regresen a sus cuartos ahora, y no sufrirán por la falta de saltar el toque de queda.". Cuando bajó su mano, las sombras desaparecieron.

Los dragones jóvenes corrieron rápidamente hacia el pasillo, y directamente a sus habitaciones. Un dragona amarilla estaba frente a él, sin moverse.

"No escuchaste lo que dije?" De manera fría, él preguntó.

"Sí, pero quiero hacerte una pregunta"

Ashes se dio la vuelta y habló "No. Vete ahora, o serás expulsada." Era más que evidente que él no quería entablar una conversación. Dejó a la dragona en el mirador y se fue.

"Fue en vano..." Agachó la cabeza en derrota. La dragona procedió a retirarse y regresar a su habitación que compartía con su amiga. Abrió la puerta de su habitación al llegar, y su.

"Por qué demoraste?" Preguntó la dragona naranja desde su cama, mientras jugaba con una pequeña flama.

"Intente hablar con él, Fayna... Pero él simplemente me dijo que me fuera."

El camino del gris- La leyenda de SpyroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora