Millionaire (OFFGUN)♡

Capítulo 25

-Abre la boca bien grande, Cariño

-Advirtió el mayor tomando la cucharada de sopa y llevándola delicadamente hasta el rostro del rubio.
Quien se encontraba sentado en la cama de su habitación, tapado por varias cobijas.

-Aaa -Dijo el pequeño abriendo su boca, dejándolo depositar la comida y sonriéndole al finalizar de comerla.
-¡Esta delicioso! -Exclamó con inocencia.

-¿En serio? ¡Pues tu gran novio Offy lo hizo especialmente para ti! -Habló Jumpol haciendo movimientos raros, intentando imitar a un superhéroe.
El rubio no pudo evitar soltar una risita encantadora.

-No me mientas Off , tu no sabes cocinar -Dijo aún riendo, pues sabia perfectamente que era imposible.
Jumpol + Cocina= Incendio asegurado.

-¡No te miento! Cada delicioso bocado que has probado en estos días fueron únicamente hechos para ti, desde lo más profundo de mi corazón. -Respondió el pelinegro, sonriéndole dulcemente.

-Exacto, pedido desde tu corazón. Hecho a manos de la cocinera -Reprendió Gun con gracia, envolviendo sus brazitos en el torso de su novio.

-¡Bien! Si...fue Namtan quién cocinó para ti -Dijo vencido, haciendo un ligero puchero mientras miraba al rubio, quien volvía a reír mientras le daba un corto beso en sus labios.

-No me importa que no me cocines, tonto. -Comentó el pequeño, frotando su nariz dulcemente con la del contrarío- Estas para mi en cada momento, eso es lo que importa.
Y así se pasaron minutos, horas. Ambos en la cama abrazados, dándose mimos y caricias. Besos que hacían a cada corazón brincar de emoción y predicando ambos el amor que se tenían.

Y así, no podían ser más felices.
Luego de que Gun hubiera aceptado seguir adelante, Off lo cuidaba como si de un diamante se tratara, se aseguraba de que el menor tomara cada uno de sus medicamentos y estaba allí cuando alguna complicación por los síntomas aparecía.

Y eran felices incluso en esos momentos, Off había logrado que Gun volviera a alimentarse correctamente, que se sienta pleno y principalmente, se aseguró de estar cada segundo que él menor lo necesitara.

No importaba absolutamente nada

No importaba ser despertado por las nauseas y vomitos de Gun a las 3 de la madrugada.
Tampoco le importaba las noches en vela por los dolores insoportables que sufría el rubio.

Porque el estaba ahí para calmarlos.

Para hacerle sentir vivo, para hacerle saber que podían lograrlo juntos.

- Y bien, ya son las 18:00 -Dijo Off mirando el reloj de su móvil.

-Pfff, No! No Offy, No quiero! -Exclamó el menor cerrando sus ojitos.

-Gun pareces un niño -Se carcajeó el pelinegro, levantándose de la cama y caminando hasta el escritorio de la habitación sacando de allí una tableta de pastillas recetadas para el menor.

-Pero son feas, Offy -Hizo un puchero con el cual conmovió al mayor, pero este solo negó divertido acercándose nuevamente a la cama y tomando un vaso de agua, mientras lo extendía con una sonrisa hasta Gun.

El cual lo tomó y luego puso en sus labios el medicamento, el cual con una mueca lo tomó a la par, rápidamente.

-¿Ves? No fue tan malo -Dijo Off , a lo que Gun respondió con una mueca.

-Si lo es -Mencionó el menor, casi ofendido por lo dicho de su novio.

Y así comenzaron una discusión interminable, tierna. En la cual finalizó un pequeño rubio riendo a más no poder por las cosquillas que el mayor provocaba intentando hacerlo feliz.
Y esos eran los mejores momentos.

✨🐾

-¡Gunnie! -Gritó con entusiasmo el pelinegro quien entraba a la habitación de el menor. Llevando consigo una gran bandeja llena de alimentos deliciosos- Traigo tu cena, Cariño.
Se escuchó un suspiro cansado de los labios del rubio.

-Offy, Comí demasiado en todo el día -Dijo haciendo un puchero adorable, pero la expresión del mayor pasó a ser una totalmente seria.

-El doctor dijo que debes comer bien, Gunnie -Insistió una vez más el alto. Pero nuevamente no obtuvo buenos resultados.

Por lo que, procedió a acostarse al lado del pequeño sin decir ninguna palabra.

Al cabo de algunas horas, el menor se había quedado dormido en brazos de Off , el cual se encargó de vigilar y mimar de él por el resto de la noche.

-Offy...- Se escuchó susurrar al rubio, ya era de madrugada y al escuchar su melodiosa y quebradiza voz, Off le prestó toda su atención inmediatamente.

-¿Si? -Preguntó curioso, esperaba que al menos esa noche no sufriera de ningún dolor tormentoso como lo fueron las pasadas noches.

-Debes comer... -Susurró sonriente, a lo cual el mayor frunció el ceño totalmente confundido.

-¿De que hablas, Gunnie? Creo que estas confundido mi amor -Mencionó nuevamente.

-Estoy oyendo los ruidos de tu estómago hace media hora, tonto.
Se oyó una gran carcajada del mayor de ambos, ciertamente su pequeño tenía razón.

-Creí que estabas dormido - Dijo con ternura Off , mientras volvía a hacer caricias en el cuello del más bajo. Quien gustoso sonrío ante la acción.

-Ve a comer ahora, Offy.- Advirtió, quiso sonar enojado el menor pero solo logró formar un puchero adorable.

-No quiero dejarte solo, además ya tengo sueño Gunnie -Respondió finalmente el pelinegro, cerrando sus ojos para demostrarlo aún sin dejar de acariciar la piel de su novio.

-Pero vas a enfermarte...-volvió a insistir preocupado, observando con detenimiento todas las facciones relajadas del contrario.

-Si te tengo a mi lado nada malo va a pasarme, Cariño.

Y finalmente cerraron la noche con beso que significó todo para ellos, entregándose al amor del otro.