Capítulo 24

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Las piernas ya no le daban para seguir corriendo como lo hacía, se sentía asfixiar con cada paso que daba contra el frío asfalto. Su mente no paraba de imaginar uno y mil escenarios de su Gunnie.

Sonriendo.

Siendo tierno.

Haciendo pucheros.

Repartiendo besos por su rostro.

Diciéndole que lo ama.

Y aún así, y su cabeza siendo un mar de pensamientos continuó corriendo como si la vida se le fuera de ello.

No pensaba con claridad, ni siquiera cuando su secretaria ofreció pedirle un taxi hacía su casa ya que en aquellas condiciones se le hacía imposible conducir. Pero ni si quiera escuchó la voz de esa chica, si no al llegar a las afueras de los edificios de su empresa comenzó a correr hacía el lugar tan conocido; Su propia mansión.

Y no podía, de verdad no sabía de donde había sacado las fuerzas para correr kilómetros hasta llegar al destino. Tampoco se había dado cuenta todos los semáforos en rojo que había pasado con riesgo a ser aplastado por un vehículo.

Pero nada importaba en ese momento más que ver a Gun, absolutamente nada.

Mi amor, Por favor no te vallas.

Rogaba en su interior, al finalmente llegar a la casa. Entró lo más rápido posible y al ver el rostro pálido de sus empleadas, esperó lo peor.

-¡Gun! -Gritó con todas sus fuerzas al entrar en la habitación y encontrar a su amado con sus ojos cerrados, siendo tapado por las sábanas blancas. Y un doctor yacía a su lado con la mirada totalmente sería.

-Tranquilo, Señor Jumpol -El profesional se dirigió hacía el y siguió hablando- Sus empleadas me llamaron a tiempo y enseguida estuve aquí, no se preocupe, es algo normal esta clase de síntomas en un paciente como él.

-Entiendo...-Logró articular, aún con un nudo en la garganta.

-Aun así, esto se produjo gracias a que él joven dejó de tomar su medicamento
-Informó el médico, saliendo por la puerta de la habitación para comenzar a bajar las escaleras y darle algunas indicaciones más.

Luego de una charla, de aproximadamente una hora. Y que Off oyera todas las indicaciones y cuidados que a partir de ahora debían de ser más estrictos con Gun. El doctor se fué, dejando aún así a Jumpol con el corazón en la boca.

Realmente se había asustado demasiado, y aún lo estaba.

Pero se dirigió hasta la sala donde todas las mujeres encargadas de la salud de Gun estaban con sus cabezas gachas, esperando ser regañadas o despedidas.

-No entiendo porqué dejaron de darle su medicina. ¡Entienden que el puede morir por un falló suyo! -Golpeó con fuerza la mesa del centro de la sala, resonando por toda la casa. Off estaba furioso, pero más aún consigo mismo, se odiaba.

Si tan solo hubiese estado aquí.

Se repetía cada segundo

-N-No fue así, Señor Jumpol -Habló una de ellas, temblando de miedo. - Yo me encargaba de dejarle su medicina a las horas correspondientes, pero al parecer el no quería tomarlas.

-¡Pero no nos dimos cuenta, Jefe!

-Habló otra de ellas, de mayor edad.-E-El las escondía.
Off soltó un suspiro, ellas no tenían la culpa. Era únicamente suya por abandonarlo cuando más lo necesitaba.

Se sentía devastado, una mierda total.

-Está bien, siento haberles gritado- Finalizó Jumpol, aquellas muchachas levantaron la mirada sorprendidas.
Su jefe se había disculpado con ellas.

Millionaire (OFFGUN)♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora