Capítulo 3

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Un beso en Venecia

Capítulo 3

Sarah vio en la otra acera una silueta que buscaba retratar sus rasgos con la memoria.

Aquellos ojos color avellana estaban prendados de la sutil y delicada belleza de Sarah.

Ella era una estrella sin saberlo. Aquel frustrado artista miraba desde lo lejos a su musa, y quería llegar a hablarle, sin temer a que la chica se sintiera acosada.

Sin temer a que lo viera como un loco.

Su café aún emanaba vapor cuando decidió tomar fotos, y eso llamó la atención de la pelirroja.

Artistas

Seres que transformaban lo monótono en algo entrañable, mágico. Personas que retrataban amores y desgracias, y se volvían inmortales por desafiar la ley del tiempo con colores y letras.

O en algunos casos, una buena toma. Y eso era Adam; un chico de rasgos asiáticos y de personalidad bohemia que buscaba ser eterno a través de la sabiduría que le podía brindar una cámara.

Por eso era tan curioso al mirar a Sarah, porque no la miraba solo por atractiva, la miraba desde la natural sensibilidad que el mundo le había hecho tener.

El sentido de lo estético, y yendo más allá, buscaba la lógica de su mirada perdida y brillante hacia la ventana.

Ya incluso las personas que trabajaban en el café sabían de esta especie de flechazo, y sabían que Adam era un buen muchacho, así que les daba ternura, y miraban por debajo de sus pestañas a ver quién daba el paso.

Ya la noche caía sobre ellos como la lluvia torrencial, y antes de irse, hizo un último pedido al café para pagar.

Sonó la campana de salida de la puerta, y junto a ese peculiar tintineo, un café fue enviado a la mesa de Sarah.

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Holaa, primera nota de la autora. Sólo quería disculparme por tardar en subir, y desearles un feliz año nuevo. Un beso desde Venezuela ❤️

Un Beso en VeneciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora