Una promesa a la luna [YoonJin]

Especial de navidad: ¡S.O.S.! ¡Cena en peligro!

Advertencias: Este especial se centra especialmente en JiMin, si bien contendrá mucho del amor del YoonJin, no se les dará mucha importancia (Si buscan amor de la parejita pueden pasarse por los especiales de mis otras historias <3). También, es importante recordarles que, si bien las acciones que suceden en este especial suceden en la historia original, siempre lo pueden omitir de su lectura porque no representa acontecimientos relevantes para la trama.

Dicho esto, solo me queda decir ¡Feliz Navidad y disfruten del especial!

Para él, pareciera que fue ayer cuando veía a su madre correr de aquí para allá el día de navidad, pensando que la mujer lo hacía ver más difícil de lo que realmente era. Bah, era solo un niño, para él correr de aquí para allá viendo las decoraciones de navidad era la mejor tarea que le podían dar. Oh, pobre JiMin, definitivamente debió apreciar más sus años siendo el más pequeño de los donceles que cuidaba al príncipe SeokJin.

Sentía que su cabeza estallaría en cualquier momento, había pasado toda la semana organizando todo para que, además de la cena para todo el reino, la familia real pudiera tener una bonita cena de navidad. Es decir ¿Por qué debían hacer tanto revuelo esa fecha cada año? Oh, por supuesto, el nacimiento del reino, recordarlo hace un par de años probablemente le hacía gritar de felicidad, ahora lo que quería es gritar por la frustración al no encontrar al príncipe en su habitación.

–¡Príncipe! –soltó exasperado, se supone que ya debería estar vestido para poder tener un desayuno familiar antes de ir con los niños a contarles la historia de la navidad, como todos los años, pero, en lugar de eso estaba sentado en las piernas de cierto general, riendo de quién sabe qué cosa, aún con sus ropas para dormir.

–Yo... –Intentó excusarse, recibiendo un "te lo dije" por parte de su burlón acompañante– Yo nada, vístase ahora mismo, los niños no tardan en llegar –murmuró el doncel, golpeando la cabeza del general por distraer a su príncipe antes de salir para poder comprobar que todas las cosas de la cena estuvieran listas.

Ahora él iría a revisar que el castillo estuviera perfectamente limpio y decorado para la ocasión, aún tenía varias horas así que luego de asegurarse de que el príncipe siguiera con sus actividades podía relajarse un poco. Para su suerte, todo estaba en orden, lo único que quedaba por hacer era que terminaran de decorar la mesa para el banquete nocturno, así que él podía irse ya tranquilamente a preparar la cena para la familia real con calma.

Lo único que fue capaz de detenerlo fue uno de los lazos de la cortina que no estaba simétrico. Bufó, abultando sus labios porque claramente tendría que comprobar que todos los lazos estuvieran bien puestos y eso representaba más tiempo que perdía para hacer la cena. Bueno, al menos acomodaría ese y luego ya pediría que otra persona libre le ayudara a revisar los pasillos que quedaban.

Estaba alto, pero nada que estirándose no pudiera alcanzar o tal vez...no. Su ceño fruncido le hacía verse un poco más adorable mientras daba cortos saltos y estiraba las puntas de sus pies en un intento por alcanzar el dichoso lazo. Lo que menos esperó fueron unas manos en su cintura levantándolo para que dejara de batallar, por eso mismo estuvo a nada de golpear al valiente que se atrevía a tocarlo, pero eso se quedó en idea cuando escuchó la voz que le pertenecía a esa persona.

–Adelante, así te será más fácil –le dijo y el calor en sus mejillas se disparó, era su Rey el que le sostenía de esa forma. Oh que alguien le golpeara ya para que dejara de tener ideas tontas.

Rápidamente acomodó el lazo y cuando sintió sus pies tocar el piso hizo una reverencia– Muchas gracias, mi Rey, pero no debió...

–Hey, tranquilo, nadie nos está viendo –respondió el dueño de sus suspiros, buscando su rostro para tomar sus mejillas y hacer que lo viera a los ojos–. Sabes que no necesitas hacer una reverencia, te lo he dicho muchas veces.