–¿Y cuáles son tus secretos?
Preguntó con una suave risa, SeokJin se sentía en el cielo, habían regresado de la salida y decidió invitar a YoonGi a su hogar. Él aceptó, evidentemente y por eso ahora estaban acomodados junto a los sillones, con una copa de vino cada uno que les había ayudado a soltarse un poco más.
–Umh, no soy un hombre con muchos secretos, SeokJin, lo que ves, es lo que hay.
–Detente, mi corazón se derretirá y no podremos tener segunda cita –bromeó e hizo a su acompañante reír también, negando con la cabeza.
–Pues, supongo que deberías saber que fui un hombre comprometido, pero quería encontrar el amor verdadero, ¿has tenido esa sensación?, ¿como si hubiera alguien ahí, en el mundo, esperando por ti para enseñarte a amar de verdad?
Asintió, definitivamente lo había experimentado toda su vida, la sensación de que debía encontrar a esa persona que aparecía en sus sueños. Su mente siempre la había traído inconscientemente, cuando era niño tuvo sueños bonitos de un príncipe azul, cuando llegó a la adolescencia esos sueños le hacían amanecer húmedo y pegajoso, ahora solía tener pesadillas terribles de muerte, pero siempre estuvo presente esa persona.
–Lo entiendo perfectamente –dijo soltando un suspiro enamorado al recordar el sueño de esa mañana–, oh, pero si no la amabas ¿por qué se comprometieron?
Se apresuró a cambiar el tema para evitar sentirse avergonzado por suspirar enamorado en frente de su cita, no estaba bien pensar en otra persona cuando tenía a ese hombre maravilloso compartiendo a su lado.
–Fue cosa de mis padres, suena muy arcaico –se rió de su propia voz–, mis padres pensaron que sería un buen trato para hacer crecer nuestra empresa y pensaron que podíamos enamorarnos, pero no pasó y rompimos el "contrato"
SeokJin asintió un poco sorprendido, el sonido del timbre los interrumpió y tuvo que pararse, seguramente era la comida que habían pedido, sí, el tiempo pasaba demasiado rápido cuando la conversación era tan fluida y ninguno de los dos parecía querer irse.
–Gracias... –se detuvo a leer el nombre en el uniforme del repartidor– Park JiMin, aquí tienes, puedes quedarte con el cambio.
–Gracias a usted por preferirnos, señor, disfrute su comida –habló animadamente haciendo una reverencia luego de entregar el pedido y se fue.
La comida estuvo deliciosa y la compañía mucho mejor, SeokJin estaba feliz de que ahora podría pedir ahí sus almuerzos cuando no alcanzara a prepararlos por sí mismo y YoonGi estaba contento cuando se despidieron con un beso en la comisura de los labios.
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Una promesa a la luna [YoonJin]
RomanceHasta el fin de los tiempos te buscaré y ten por seguro que mi amor te pertenecerá sólo a ti.