Un Amor De Verdad

Día 1 Parte 2

Tamaki intentaba estudiar, no entendía cómo es que se había quedado dormido, vio la hora, "estarán almorzando" pensaba. Entonces apareció de la nada, Mirio cruzó su pared y quedó frente a frente con Tamaki que, se sonrojó completamente y se alejó al ver a Mirio sin ropa en su cuarto.
- Lo siento, lo siento.- decía.
A decir verdad, Tamaki estaba acostumbrado a ver a Mirio de esa forma, era algo que pasaba constantemente en los entrenamientos, pero no podía evitar sonrojarse siempre. Solo pensar en encontrarse en una situación similar lo hacía temblar.
Mirio terminó de vestirse y volvió a acercarse a Tamaki.
- Perdón por interrumpir así.
- N-no... ¿No deberías estar almorzando?
- Oh, eso... Pues me preocupé al no verte en la mañana, Nejire me dijo que no estuviste en tus clases, así que vine corriendo para saber porqué, no contestaste mi mensaje ni respondiste mi llamada y después ya no entraban.
- Apagué mi teléfono.- Tamaki miraba al piso. - Por favor sal de mi habitación, no puedo hablar ahora. - Sentía en la garganta la confesión aproximándose, no podía continuar hablando con Mirio.
- ¿Te sientes mal? ¿Por qué...
- ¡Mirio no preguntes nada!
Mirio se sorprendió al escuchar a Tamaki gritando, en ese momento levantó su mirada y Mirio decidió hacerle caso. Sus ojos reflejaban súplica, algo no estaba bien y Tamaki no quería decirlo. Él respetaría eso.
- Solo dime si te sientes mal y me iré.
- No me siento mal, ni estoy enfermo.- su mirada volvía al piso.
- De acuerdo, te cubriré en el entrenamiento de hoy.- dijo Mirio sonriendo como era característico de él. Cuando Tamaki lo miró, entendía porqué aunque se esforzaba por borrar sus sentimientos, no podía.
- Mirio, por favor vete.- después de su respuesta anterior no iba a poder ocultarlo si Mirio seguía en su habitación.
- Por favor cuéntame cuando puedas, nos vemos.- y se fue.
- Me gustas.- soltó Tamaki agradecido de que Mirio se haya ido antes.
No quería que Mirio se preocupara, no le gustaba verlo así. Decidió ir a buscar a Sincerely, tal vez ella pudiera detener su quirk o al menos decirle cuánto tiempo iba a estar así.
Salió en ese momento, no podía esperar a que sus compañeros volvieran de clases y le preguntaran algo.

- Lo siento, no puedo detenerlo.- le decía Sincerely
- Yo, ¿hay alguna forma de evitar decir algo comprometedor?
- No, mi quirk es precisamente para obligar a los demás a decir sus secretos más profundos.
- No puedo dejar que eso pase, ¿cuánto tiempo durará?
- Depende de cuántos secretos guardes, si eres alguien muy honesto suele durar 3 días, mientras más profundos sean tus secretos más tiempo estarás afectado. De hecho a partir del cuarto día si aún eres afectado por mi quirk dirás todo, sin necesidad de preguntas.
- Entonces estoy perdido.- Tamaki buscaba soluciones, pero solo podía pensar que ya no había nada que hacer.
- Lo siento, si tuviera un mejor control de mi quirk no estarías en esta situación.
- No, es mi culpa, si controlara mis sentimientos no tendría ningún problema.
Sincerely quería preguntar, pero sabía que Tamaki le diría todo, no por la confianza, sino por su quirk y eso era algo cruel.
- Una última pregunta... ¿tu quirk afecta mis acciones? Me refiero a que no quise responder mensajes porque pensé que podía escribir algo que no.
- Descuida, solo hay problema si hablas en una conversación directa, los mensajes no se verán afectados, las llamadas sí.
- Ya veo, bueno gracias.
- Mi quirk es muy débil ¿sabes?
- A mí me parece algo muy poderoso...
- Gracias, pero no es así, mi quirk no saca secretos solo porque sí. Te hace decir cosas que tú piensas que jamás dirías, pero en realidad inconcientemente deseabas hacerlo. Muchas veces me pidieron ayuda para interrogar a criminales, mi quirk no hizo efecto en algunos, eran personas crueles que no tenían remordimiento alguno al ocultar sus crímenes. En otras palabras. No te obliga a decir algo que no quieras decir, te obliga a decir algo que siempre has querido decir.

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"Es más complicado de lo que esperaba" pensaba Kirishima mientras se recostaba en una cama de la enfermería.
Escuchó el sonido de la puerta y vio a Recovery Girl entrando.
- ¿Te sientes mal? - preguntó
- No.- bueno, al menos podía intentar mentir mejor.
- ¿Te estás saltando clases?
- ¡Por supuesto que no! Aizawa me envió para que no interrumpiera su clase, yo... Bueno, es difícil de explicar.
- ¿Qué ocurre?
- Me vi envuelto en un problema con el quirk de Sincerely y ahora trato de evitar que mi secreto más profundo salga a la luz. - Y nuevamente, el quirk hace de las suyas.
- Entiendo, en ese caso no hay nada que pueda hacer para ayudar.
- Sí, bueno, no se preocupe y muchas gracias por permitirme estar aquí, no demoraré mucho.

Tenía que pensar en algo y lo mejor que se le ocurrió fue hablar con su Senpai, al final tenían exactamente el mismo problema, tal vez él ya tenía una solución.
Salió de la enfermería en dirección a los dormitorios de tercero con la esperanza de encontrarlo ahí, para su sorpresa al llegar a su habitación lo vio avanzando por el pasillo.
- Tamaki-senpai, ¿fue a algún lado?
- Fui con Sincerely para preguntarle algunas cosas... ¿Q-qué haces frente a mi habitación?
- Venía a pedir ayuda, pensé que ya que tenemos el mismo problema, alguno de los dos tendría una solución.
Tamaki abrió la puerta y ambos entraron en la habitación, sentándose al lado de la cama.
- ¿El mismo problema? Hablé con Sincerely y me dijo que su quirk en realidad nos obliga a decir algo que siempre hemos querido...
- Entonces, ¿si es algo que quiero ocultar no lo diré?
- Eso supongo, tampoco afecta tus acciones, solo un diálogo directo.
- Ya veo, bueno, supongo que si no es algo que quiera decir no debo tener problemas.
- Yo creía eso, pero estuve a punto de hablar, debes tener cuidado, decir algo así puede terminar con tus esperanzas y...
- Hombre, eres muy pesimista. Aunque tienes razón, ahora que lo pienso, casi lo digo... ¡¿Eso significa que yo quiero confesarme a Bakugo?!
- ¿Bakugo?, ¿no es el chico agresivo que ganó el festival deportivo de primer año?
- No, es decir sí, pero no es así, aunque las demás personas lo vean agresivo y salvaje, es alguien muy varonil con una gran fuerza y determinación. - dijo Kirishima mostrándose firme a sus palabras.
- Y-ya veo, si piensas eso de él debe ser alguien increíble.
- Lo es.- Kirishima comenzaba a sonrojarse.- No quiero arruinar la amistad que tenemos, ¿qué hago?, ¿qué harás tú?, ¿piensas alejarte de Mirio una semana?
- M-mirio... ¡¿Eh?! ¿Cómo sabes? Y-yo
Tamaki se había puesto muy nervioso y cubrió su cara con ambas manos.
- ¡Lo siento!- Kirishima agitaba sus manos rápidamente- Es solo que hablas mucho de él y puedo notar la admiración que sientes por él, disculpa si me confundí...
Tamaki suspiró
- No te confundiste...
- Ya veo, entonces me alegra que sea alguien como Mirio-senpai.
- ¿Por qué? Mirio es un sol radiante, puede iluminar todo solo con estar ahí, yo en cambio jamás podría hacer algo así, Mirio merece lo mejor, por eso yo no puedo confesarme.
- No creo que sea así. Estoy segura de que Mirio-senpai estará feliz si le dices lo que sientes.
- No, estará decepcionado al ver que soy yo. No pienso decirle.
Kirishima pensaba en las veces que había visto a Mirio y Tamaki juntos, encajaban a la perfección y se veían completos uno al lado del otro, nunca había visto a dos personas que mostrarán esa unión, estaba seguro de que sus sentimientos eran mutuos, pero tratar de convencer a Tamaki iba a ser complicado, además no podía obligarlo a hacer algo que no quería.
Se levantó.
- Estoy seguro de que Mirio-senpai estará feliz de escuchar lo que sientes, porque estoy seguro de que él siente lo mismo, confía en mí. - se dirigió a él con una sonrisa y salió de la habitación.