14/08
Hoy los alumnos de toda la ciudad retornaban a sus clases luego de 2 largas semanas de descanso, bueno, la mayoría, ya que unos cuantos se quedaron en casa por la costumbre adquirida de levantarse tarde en las vacaciones.
Sin excepción a nuestra protagonista que estaba a punto de llegar tarde a sus clases de comunicación, rememorando en su corrida todo lo que hizo este tiempo. Alya había sido la encargada en organizar todas y cada una de las salidas, Lila normalmente las invitaba a pasar el rato en su cuarto y era tan seguido que parecía la segunda casa de la periodista y la azabache, incluso había ropa de ambas chicas en el closet de la castaña. Marinette sonrió.
Estaba recién ingresando por la enorme puerta de la entrada que estaba a nada de cerrarse y fue ahí que recordó las llamadas y mensajes que se habían escrito por el grupo conformado por sus amigas y sus otros dos amigos que, lamentablemente, no pudieron ser parte de la diversión en persona, debido a su viaje con sus padres, pero aún así estaban al día de todo por las constantes fotos y mensajes que se enviaban entre ellos por el grupo, que sorprendentemente fue idea de Alix. (¿No es una coshita?)
No era sorpresa que al practicar un deporte exigente, sea rápido y ágil, pero aun asi no era suficiente para llegar a tiempo a una clase que estaba a un minuto de comenzar.
Salto un tacho de basura y se agarraba de cada pared y columna al doblar las esquinas, el timbre a un minuto de sonar y ella como un reloj tenía la cuenta regresiva en su cabeza, ¿Por qué los de primero debían estar tan lejos de la entrada? Era tan molesto cruzar medio colegio hasta el salón de clases. Aún así había algo que impulsaba a Marinette llegar lo más rápido posible al salón y no era el sermón que le daría la profesora por su atraso, no, era algo más, parecido a una ansiedad que no podía explicar.
Subiendo las escaleras de dos en dos, cansadose aún más, dando los últimos pasos se recostó en el marco de la puerta, más no ingreso, después de recuperar el aliento alzo la cabeza y su mirada fue directamente hasta un asiento, una persona, unos ojos... azules.
Justo segundos antes de que la chica rubia al lado de la ventana voltera y atrapará en el acto a una azabache levemente sonrojada más por el calor de la carrera que por otra cosa el timbre sonó y la maestra apareció justo detrás de Marinette.
— Ejem, ¿Señorita Dupain? ¿Acaso acaba de llegar o por que no esta sentada todavia?— con una ceja levantada veía a su estudiante que volteó rápidamente y agachó la cabeza
— D-Disculpe Maestra, ahora mismo voy.— aún con la vista en el suelo pudo escuchar una risa burlona amiga que se le hacía conocida. Se sentó entre las miradas desaprobatorias de sus amigas por llegar tarde.... otra vez.
Hoy era su primer día después de vacaciones y.... oh, es cierto, hoy comenzaba su " castigo" con cierta rubia, espera... ¿de verdad había tenido ansiedad por eso? No es como si lo esperara con ansias, sería ridículo.
( Ridículo publicar de nuevo después de un año)
. . .—¿Botella de agua?
—Listo
—¿Cambio de ropa?
— Listo
—¿Repelente contra zorras?
—List- hey! No exageres Alya, no estoy llendo a la guerra— decía la azabache mientras guardaba sus cosas en su mochila
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Amor Definitivo (Clhoenette)
Roman d'amourMarinette, hija de los mejores panaderos de París, recibe una beca para estudiar en la escuela mas prestigiosa del país, a la cual asiste junto a una de sus amigas de su escuela anterior, solo hay una problema: "Esta infestada de hijos adinerados" (...