{un gran sinsentido}

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Kun Pov.

-Kun… ¿me explicas por qué nos has reunido a todos un sábado por la tarde sin razón aparente?- dijo Taeyong mirándome escéptico, sentado al lado del que ya era uno de sus mejores confidentes, Taeil.

Los había reunido a todos los mayores de edad de la nueva manada Moon, incluyendo a los vampiros, en el salón de la casa de los vampiros. Había algo que tenía que decir y todos se tenían que enterar.

Mi poder a veces era una maldición… saber todo lo que piensa todo el mundo… puede ser bueno o malo. Lo bueno es que después de cuatro años había aprendido a solo leer la mente de quién yo quería cuando yo quería.

Por eso el día que Jungwoo y Doyoung volvieron de una de sus típicas escapadas con la ropa arrugada, muy sonrientes y, lo más importante, Jungwoo con su chaqueta cerrada y capucha puesta, no pude evitar intentar leerle la mente a alguno de esos dos.

Me acerqué a ellos a hurtadillas e intenté leerle la mente a Doyoung, sorprendiéndome al notar que había puesto un escudo de protección contra mí, cosa que solo hacía cuando tenía algo muy grande que esconder, el conocía mi poder, pero sobretodo conocía mi curiosidad y ganas de saber que era de la vida de mis compañeros.

Cómo con Doyoung no funcionó preferí leerle la mente a Jungwoo y vaya si tenían la ropa arrugada y sonreían. Me sonrojé un poco al ver las imágenes en mi mente de ambos chicos haciendo… sus cosas. Pero como la curiosidad mató al gato, decidí indagar más en la mente del rubio, dándome cuenta de la marca y de una cosa más importante, la razón por la que un mes después decidí reunir a los adultos de la manada y el clan.

-Tengo algo que contar, me parece que es algo de vital importancia, pero antes me gustaría que los dos involucrados -miré disimuladamente a Doyoung y Jungwoo -hablen, si no lo hacéis lo haré yo.

Ambos se miraron, Jungwoo sentado entre las piernas del mayor con su ya típica chaqueta de cuello alto y su más dulce de lo normal aroma intentando ser camuflado por colonias inservibles.

El mayor de los dos tragó saliva armándose de valor y habló.

-Marqué a Jungwoo- dijo mirando a Taeyong. Se notaba su nerviosismo y este empeoró cuando los ojos del pelirrosa se clavaron en el rubio omega quien se estaba quitando la chaqueta dejando al descubierto los dos pequeños agujeros en su cuello, sacando exclamaciones de asombro de los labios de algunos de los presentes, haciéndolo encogerse en los brazos de su pareja.

-¿Cómo que has marcado a Jungwoo, Kim Dongyoung?- dijo el líder pasando su mirada al mayor de la pareja.

-Oh vamos Lee, eso no es lo peor, es solo la punta del iceberg, es lo que ha provocado el problema.- dije yo, queriendo proteger de alguna manera a la pareja, no dándome cuenta de que sólo lo empeoré.

-¿Cómo que eso no es lo peor?- dijo el futuro líder Moon posando su mirada en el omega.

El omega me miró asustado mientras Doyoung lo miraba confuso, haciéndome pensar que la había cargado y que el vampiro no lo sabía todavía. Para asegurarme cerré los ojos para entrar a su mente para leerla y efectivamente, confirmando mis sospechas, pude ver que no se lo había dicho a su pareja.

Pero lo que de verdad me sorprendió fue ver que sí se lo había dicho a alguien.
Abrí los ojos y miré a esa persona, quién me miraba con el ceño fruncido.

-Dilo Woo, no puedes esconderlo más. Menos a Doyoung, él debe saberlo- dijo Ten sin quitar sus ojos de los míos.

-¿Qué debo saber?- preguntó el mayor mirando a su novio quién evadía su mirada a toda costa.

[赤月] [적월] {Red Moon}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora