[赤月] [적월] {Red Moon}

{¿qué soy?}

Shotaro Pov.

Desde pequeño me gustaban los animales, mi familia tenía una especie de granja escuela en la que los niños de los colegios cercanos podían convivir con animalitos. Nunca he tenido muchos amigos, mis mejores amigos eran los animales de la granja punto con quién mejor me llevaba era con una pequeña nutria a la que llame Roro.

Si me preguntarás en qué momento de mi vida los animales de la granja me empezaron a hablar no te sabría responder. Desde que tengo memoria todos y cada uno de los animalitos respondían cosas que hizo que conociese a Yeosang.

Un día estaba paseando por el bosque porque son y a estar con los caballos cuando no tenía nada mejor que hacer punto me paré en un arbusto de bayas y comí de estos juntos a los caballos, hablando con ellos solos deliciosas que estos estaban punto estaba bebiendo agua cuando empecé a escuchar y los lastimeros quejidos me lo que reconocí como un canino.

Lo busque con la mirada, sin mucho éxito al principio, hasta que entre unas rocas pude ver la cola de un lindo Lobato el cual se intentaba deshacer de una trampa para osos en la cual su patita había quedado enganchada, aunque gracias a la diosa luna, sin grandes daños para el pobre cachorro.

Me acerque a él sin hacer movimientos bruscos.

-Hola pequeñín, ¿quieres que te ayude?- pregunté acercándome cautelosamente espere que lo mato me respondiera, cosa que no hizo, haciéndome extrañar.- ¿Lobito?- pregunté de nuevo y me acerque más, pudiendo notar como en lo alto empezó a moverse con nerviosismo, haciendo que la pequeña herida en su pata aumentará de tamaño.

>-¡No no! ¡Tranquilo, no te muevas! Déjame sacarte de ahí, te estás lastimando- dije asustado.

Me agache y me acerque dejando que Lobato corres que hace mi mano para que viese que no tenía intención de hacerle ningún daño. Es Lovato la olisqueó y se dejó ayudar. En cuanto lo liberé intento salir corriendo, pero a los dos pasos dejo de andar, se notaba que la herida le dolía demasiado.

>-¿Me dejas curarte pequeño? Tengo un botiquín en mi mochila, ven conmigo y te ayudo, luego puedes ir a casa ¿Vale?- el lobato, aparentemente regañadientes, se dejó cargar, dejándome llevarlo a donde estaban los caballos descansando, uno de estos caballos tenía mi mochila.

Tomé lo necesario para tratar la herida, dándole algunas chuches para animales al pequeño Lobato para que se distrajera mientras ventana y curaba su patita.

Estaba tan distraído curando lo que no me di cuenta me como un gran lobo marrón se acercaba nosotros. No fue hasta que lo tuve delante gruñendo y mirándome con unos profundos ojos marrones que vi al gran impotente lobo.

El lobato en mis brazos se hizo bolita y empezar una mirarse, como diciendo sé algo. Todo lo que se escuchaba eran los gruñidos del lobo más grande hasta que una vocecita que solo yo podía entender salió de entre mis brazos.

-Hyung, solo me está curando coma no he hablado con él, no le gruñas así- el pequeño lobo temblaba levemente en mis brazos por lo que lo abras un poco más y mire al lobo más grande.

-Se quedó atrapado en una trampa de osos y lo ve ayudado. No puedo andar bien y lo estoy cobrando, en cuanto termine con su pata te lo puedes llevar no quiero problemas- dije disimulando la asustado que estaba.

El lobato asomo su cabeza de entre mis brazos y me miró confuso, luego miro al más grande quién se había sentado y me miraba igual de confuso o más que el otro.

-¿Ha respondido?- pregunto es grande, antes me sentimiento y luego empezó a olfatear me coma acercándose a mí cuello haciéndome cosquillas con su nariz mojadita en la zona.